Los chicos y chicas de la Escuela Secundaria Técnica N°1 de Tigre, ubicada en John F. Kennedy 799, en la localidad de El Talar, son los primeros en la provincia de Buenos Aires en contar con un baño mixto en el establecimiento.
El baño "sin etiqueta" es una opción más dentro de los sanitarios con los que cuenta la institución, y responde a "una necesidad de que los chicos gays, bisexuales y trans puedan sentirse cómodos yendo a un espacio compartido, porque tuvimos casos en los que esperaban seis horas por la incomodidad que les generaba ir a los baños convencionales", cuenta Silvia Galarza, directora de la escuela.
El nuevo baño para alumnos tiene siete cubículos individuales, sin minigitorios, para respetar la privacidad de quienes los utilicen, y se encuentra en el primer piso del establecimiento, donde también se habilitó un sanitario de iguales características para los docentes. En la planta baja, continúan en funcionamiento los sanitarios convencionales.
Este pedido había sido hecho por autoridades del establecimiento hace más de un año, más precisamente en marzo en 2017 y se implementó ese mismo mes por decisión de los directivos. Dos meses después, desde la inspección del gobierno provincial habían decidido que "no podía llevarse a cabo, salvando que fuera un baño en el que entrara una sola persona, por lo que era necesaria una reforma edilicia para poder hacerlo", relata Galarza.
A partir de ese momento, dice la directora, "comenzó a darse en la comunidad educativa un fuerte debate, porque al principio queríamos que respondiera a una problemática, que era que muchos chicos gays se sentían incómodos en los baños de varones, porque recibían burlas y discriminaciones, pero luego fue una bandera que todos los chicos comenzaron a tomar como propia".
Tras este hecho, en junio pasado volvió a presentarse el proyecto a la Dirección General de Cultura y Educación, y luego de varios meses, el jueves 5 de abril se aprobó y a partir de este lunes 7 de abril, se lleva a cabo en el establecimiento de El Talar. "Tuvimos que explicar nuevamente muchas cosas, como por ejemplo que desde hace años se trabaja sobre el respeto a la diversidad en este colegio, y sobre la igualdad de género", dice Galarza, y recuerda que en 2013 autorizó a un alumno que estaba haciendo una transición de género a hacer educación física con las mujeres y que fuera a su entrega de diplomas vestido con vestido y tacos.
En cuanto a la reacción de los padres de la comunidad, Galarza cuenta que "se mantuvieron reuniones con los padres de primer año, que era quienes no conocían el proyecto, y solamente algunos tuvieron reparos y temores, pero nadie se mostró en desacuerdo". Además, destacó que "los chicos también hicieron un gran trabajo en sus casas, hablando del tema y poniendo en contexto a los papás".
"Es el inicio de algo que cambia en lo cultural y en lo social, y que los alumnos lo puedan llevar adelante con sus propias luchas no es un hecho menor", cierra la directora.