Aunque mató, en 1992, a su esposa, a sus dos hijas y a su suegra en su casa de la ciudad de La Plata, el odontólogo Ricardo Barreda parece tener gente que lo quiere, y eso quedó demostrado la tarde de ayer cuando sus vecinos del barrio de Troncos, en Tigre, se acercaron hasta el Hospital de General Pacheco donde se encuentra internado para festejarle el cumpleaños.
Barreda cumplió ayer 80 años y fue su primer cumpleaños en libertad tras casi 24 años en prisión. Su última mujer, Berta, falleció hace un tiempo y él está internado por un cuadro de demencia senil, pero sus afectos no lo dejaron solo y con una torta, velitas, mate y globos compartieron la tarde.
“En el verano cuando llegó al barrio le prometimos que los 80 los iba a cumplir en familia y así fue. Nos hubiera gustado hacerlo afuera del hospital porque muchos otros vecinos querían venir a saludarlo, pero está enfermo y necesita estar en la habitación”, cuenta a Clarín Yanina Robledo, la mujer que se animó a entablar una relación de amistad con Barreda. “Es el abuelo que nunca tuve y por eso quise acercarme a él”, agrega.
Ricardo Barreda recuperó su libertad el 20 de mayo luego de haber estado condenado por el cuádruple crimen a prisión perpetua. Días después, había sido encontrado por Yamila en las instalaciones del Hospital, lugar en el que se encuentra hasta el día de la fecha.
