Con el objetivo de brindar un espacio para el desarrollo de la cultura, el 22 de mayo de 1873 fue creada la Biblioteca Popular de San Isidro por el entonces Juez de Paz de San Isidro, Manuel Martín y Omar, autoridad suprema y única de los distritos de la provincia de Buenos Aires en aquella época. Con motivo de su 145 aniversario, se realizará una misa de acción de gracias este martes 22 de mayo, a las 19, en la Catedral de San Isidro.
Martín y Omar se amparó para su creación en la Ley Protectora de Bibliotecas Populares, sancionada en 1870 por el presidente Domingo Faustino Sarmiento. Fue de esa forma como el pueblo de San Isidro tuvo su biblioteca, figurando entre las primeras de la Argentina.
En un principio funcionó en el local del Juzgado de Paz y así siguió una vida sin perspectivas de mejoras hasta que en 1898 intervino el entonces intendente Andrés Rolón, quien designó una comisión de vecinos para que trabaje en la reorganización de la biblioteca.
Durante algún tiempo, la Biblioteca funcionó en el salón de actos del Concejo Deliberante y en 1900, mediante una subvención del gobierno provincial, mudaron la institución a la casa parroquial.
El 14 de abril de 1901 Manuel Martín y Omar, fue designado presidente de la institución y fomentó más ayuda de la comunidad, lo que permitió la compra de más libros y elementos de estudio. La entidad se trasladó a un local ubicado en 9 de Julio, entre 25 de Mayo y Chacabuco y luego a otro en 25 de Mayo entre Martín y Omar y Belgrano. A Martín y Omar lo sucedieron en la presidencia Jacinto Díaz, Juan B. Germano y José María Pirán.
En 1905 nació la idea de dotar a la Biblioteca de edificio propio, pero la falta de fondos era el principal inconveniente. Atento a esta situación, Avelino Rolón ofreció dinero para adquirir un terreno ubicado en 25 de Mayo y 9 de Julio. A esa colaboración se sumaron otras y el actual edificio fue inaugurado en 1913.
Ya en septiembre de 1994 y luego de haber estado un tiempo cerrada, la Biblioteca reabrió sus puertas bajo la presidencia del escribano Guillermo Vassallo. Se adquieren libros, aumentó la cantidad de socios, se multiplicaron los cursos y talleres, y se compraron computadoras. Durante los primeros meses de 1999 se agrandó la casa. Con un subsidio municipal, se realizó una obra de remodelación que permitió duplicar la capacidad al construir un nuevo salón que es donde hoy funciona la sala de lectura y biblioteca.
Además del servicio de biblioteca, la entidad ofrece cursos y talleres, que incluyen artes plásticas y visuales, artesanías y manualidades, computación e informática para todas las edades, danzas, ciencias, idiomas, letras, música y arte escénico, entre otras tantas disciplinas.
Tiene además un sector de biblioteca infantil, y actividades dedicadas para los chicos. También brinda clases gratuitas de apoyo escolar, posee una biblioteca parlante para ciegos y disminuidos visuales y tiene su propio coro.
Es una entidad independiente, dirigida por un grupo de vecinos voluntarios. Se mantiene con el aporte de sus socios, de esporádicas donaciones y de subsidios municipales, provinciales y nacionales.