El número dos del sindicato, Pablo Moyano, reiteró que habrá un cese de actividades y un acto en el estadio del Deportivo Español.
"El Gobierno le pone techo, puerta y ventana a las paritarias", dijo el secretario adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, quién ratificó el paro sectorial de mañana, que incluirá una movilización al estadio del Deportivo Español. El gremialista reiteró que durante el acto se oficializará el pedido a los empresarios del sector por un aumento salarial del 35 %.
En diálogo con radio Vorterix, el hijo del titular de la Confederación General del Trabajo (CGT) opositora, Hugo Moyano, advirtió que la movilización -esperan reunir 50 mil camioneros- no contemplará cortes de tránsito. "Vamos a pedir que sean paritarias libres y no como está presionando el Gobierno para no que no se firme más allá del 27 por ciento. También vamos a pedir que se elimine el impuesto a las ganancias", indicó.
En el inicio de las negociaciones paritarias de camioneros, Moyano desplegó una dura estrategia que incluirá la protesta de mañana y la adhesión al paro nacional de 24 horas convocado por los poderosos gremios del transporte para el martes próximo.
"Vamos a pedir que sean paritarias libres y no como está presionando el Gobierno para no que no se firme más allá del 27 por ciento. También vamos a pedir que se elimine el impuesto a las ganancias", apuntó Pablo Moyano.
Y agregó: "El Gobierno le ha puesto techo, puerta y ventana a las paritarias". Durante el acto de mañana, Moyano anunciará que buscará su séptima reelección al frente del sindicato de Camioneros.
Preocupados por la presión del jefe de los camioneros, los empresarios que integran la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) pidieron por carta la intervención del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para constituir un comité de negociación "a la mayor brevedad" para evitar las medidas de acción directa que anunció el sindicato. Hasta anoche, la Fadeeac no había sido notificada por la cartera laboral, por lo que los tiempos para apurar una tregua se agotan.