El pasado domingo 15 de julio, Carlos Quiroga, de 59 años, salió de la casa de una de sus hijas en el Delta del Paraná alrededor de las seis de la tarde, para ir a lo de su hermano que también vive en islas.
Con su canoa isleña, debía recorrer poco menos de dos horas de viaje para llegar, pero nunca llegó a destino. Sus hijos pidieron mediante redes sociales ayuda para saber si algún testigo lo vio en la noche de ese domingo. El lunes 16, encontraron su canoa, en una zona de cerca de 4 metros de profundidad, según relató su hijo Fabián.
Dentro de la pequeña embarcación, hallaron sus pertenencias personales: ropa dentro de un bolso, documentación, teléfono celular, y algo de plata, a 300 metros de donde vive su hermano.
Desde ese momento, Prefectura lo busca durante el día, con el acompañamiento de la familia de Carlos, que no sólo supervisan los trabajos, sino que también colaboran activamente.
"Si no lo encontramos, va a flotar al sexto o séptimo día de haberse hundido. Es horrible decirlo y pensarlo mucho más, pero estamos esperando que flote el cuerpo. Mi papá tuvo problemas cardíacos y tomaba medicación. Solo estaba a 300 metros de lo de mi tío", sostuvo el hijo del hombre desaparecido a Infobae.