Nahuel Fredes (42) es vecino de Tigre y desde hace dos años, junto a su ex novia, iba diariamente al Casino Trilenium a jugar a las máquinas slot tragamonedas, pero que las autoridades del centro de juegos no les permiten ingresar más. “Yo le gano al casino jugando de manera legal y por eso me expulsaron”, cuenta Nahuel a QUE PASA.
"no hacemos nada ilegal, solo apostamos cuando creemos que hay grandes chances de que la máquina nos de un premio"
“Yo odiaba el casino, porque tuve un padrastro que se jugaba todo, y le tenía rechazo. Pero empecé a salir con una chica y nos quedaba bien el casino para encontrarnos como punto intermedio”, cuenta Nahuel y agrega que “nos fuimos dando cuenta que se podía especular con las máquinas”.
Así, fueron elaborando un método para jugar. “Sólo jugamos a las máquinas de la empresa IGT que permite hacer, mirando la pantalla, un análisis del porcentaje de posibilidad de pago en las próximas jugadas. También juego a las denominadas máquinas con pozo con tope, de la empresa AINSWORTH, cuyo acumulado sale antes que el contador llegue a los 3 mil pesos”.

Pero para Nahuel, la clave, más allá del método, está en que “Yo no soy jugador” y por eso “cuando estas máquinas nos pagaban los premios, nosotros no seguíamos jugando y nos quedábamos con la ganancia. Eso los jugadores, incluso conociendo el método, no lo hacen: siguen jugando y pierden”.
El vecino de Tigre cuenta que, a partir que descubrieron esto, empezaron a ir todos los días al casino y que se pasaban cerca de 6 horas, llevándose un promedio de $1500 por día. “Lo tomo como un trabajo, vivo cerca, voy con la motito”, relata a este portal, y aclara que “no todos los días se gana, pero la mayoría de las veces le ganamos al casino y en promedio, durante todo el año pasado, ganamos unos $1500 diarios”.

Hace un tiempo, en el casino le habían prohibido el ingreso al sector VIP, donde hay máquinas que dan mayores premios. “No me dieron razones, pero entiendo que lo que pasaba es que ganábamos mucho más rápido”, analiza.
Según cuenta Nahuel, el problema con el casino surge a partir que incorporaron unas 50 nuevas máquinas de la marca IGT. “Esto pasó hace un mes, y al haber mas máquinas, nosotros pasamos a ganar mucho más rápido, el promedio de lo que ganábamos últimamente subió a $5000”.

“Lo hacemos cumpliendo las reglas de juego, no hacemos nada ilegal, solo apostamos cuando creemos que hay grandes chances de que la máquina nos de un premio. Jugar de esta manera legal parece que les molesta a los dueños del casino que, tomando este tipo de medidas, dejan bien en claro que sólo quiere que los apostadores pierdan su dinero”, sentencia Fredes.
El Casino Trilenium de Tigre fue consultado por QUE PASA acerca de la situación de este vecino, y a través de sus voceros informaron que estaban al tanto del tema y que por el momento no había nada oficial que comunicar.
Tanto Nahuel como su ex pareja no pueden ingresar al casino y su objetivo es volver a hacerlo. Está decidido a realizar acciones legales contra la empresa, argumentando que está realizando un acto discriminatorio al no dejarlo ingresar. “Vamos a hacer una presentación dirigida al responsable del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC), del casino de Tigre, al gerente y jefe de sala del casino, Roberto Adolfo Saban y a la sede central del IPLyC, ubicada en la ciudad de La Plata. Para luego seguir con la instancia judicial para demostrar que nosotros no cometimos ningún delito y que las autoridades nos vuelvan a permitir el ingreso al casino”, concluye convencido que se está cometiendo una injusticia.