Tras dictar la pena de prisión perpetua para tres hombres por el femicidio Araceli Fulles, en abril de 2017 en la localidad de José León Suárez, el tribunal consideró que los condenados “cosificaron” a la víctima y la trataron "como objeto” luego de considerar que tras asesinarla, mantuvieron su cadáver durante “6 a 9 días” dentro del baúl de un auto para finalmente enterrarlo en la casa de uno de los involucrados.
Así lo describió el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín en los fundamentos del veredicto en el que condenó a prisión perpetua a Carlos Damián Cassalz, Hugo Martín Cabañas y Marcelo Escobedo y absolvió por falta de pruebas Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos.
Además, el TOC 3 señaló como coautor del hecho a Darío Badaracco, quien había sido detenido en la causa pero murió el 13 de abril de 2019, luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.
En el fallo al que tuvo acceso Télam, la jueza Carolina Martínez, con la adhesión de los jueces Martín Klobovs y Aníbal Bellagio, consideró que el crimen contuvo “características propias del androcentrismo lamentablemente aún vigente y que ha quedado acreditado en el comportamiento de los imputados”.
“Todo el contexto fáctico que debió padecer Araceli Fulles nos ubica en un femicidio, en el cual su muerte fue mediando violencia de género por cuatro sujetos masculinos", dijeron los jueces, quienes aclararon que durante el debate se escucharon "expresiones desagradables hacia la víctima".
Y señalaron que "la lista es infinita, cosificando a Araceli Fulles, aprovechándose de su vulnerabilidad y evidenciando el desprecio hacia la mujer, al punto de denigrarla tratándola como un objeto", tras lo cual explicaron que "no es casual que la familia Fulles contó desde un primer momento con el acompañamiento de Natalia Chinetti y Belén Zavala, representantes de la Dirección de Abordaje Integral de Casos de Femicidios, Travesticidios, Transfemicidios y Delitos contra la Integridad Sexual”.
Asimismo, el tribunal remarcó que la situación de “vulnerabilidad” de la víctima “en modo alguno puede justificar ningún devenir y/o desenlace fatal pues ello sería caer en estereotipos de género y revictimizar aún más a la víctima Fulles” y que, “al tratarse de un caso de violencia de género fue imprescindible reconstruir los últimos momentos de la víctima”.
Según el tribunal, aquella noche, Araceli cenó en el domicilio de un amigo apodado “Batata” y luego se dirigió a la 1.30 de la mañana hacia la casa de uno de los cinco absueltos, Emanuel Ávalos. A las 3 de la madrugada, Araceli se dirigió junto con Ávalos hacia la Plaza 9 de Julio, donde se encontró con Jonathan, hermano de Emanuel, Darío Badaracco y Marcos Ibarra.
A las 6.30 de la mañana, Araceli le envió un mensaje a su madre, Mónica Ferreyra diciéndole: “Má prepará el agua para el mate que ya voy para casa”. Sin embargo, según pudieron establecer los jueces, alrededor de las 7 de la mañana Araceli se dirigió hacia un corralón que era propiedad de Carlos Cassalz, donde “se produjo su muerte violenta”, en la que Darío Badaracco, Marcelo Escobedo y Hugo Cabañas fueron considerados como los responsables de causarle a la joven una "asfixia mecánica" por "estrangulamiento a lazo" con un elemento compatible con precintos plásticos.
La escena del crimen fue validada por los jueces a partir del “marcamiento positivo de olor” de canes adiestrados, que dieron cuenta de la presencia de Araceli en la oficina, baño y terraza del corralón. También se pudo probar que los asesinos de Araceli ocultaron su cuerpo en baúl de un Renault Megane 19 perteneciente al condenado Escobedo “cuanto menos de seis a nueve días”.
Tras 25 días de búsqueda, el cuerpo de Araceli fue hallado el 27 de abril debajo de unos escombros, en el patio de la casa de Darío Badaracco, ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín, tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta.
“El dato objetivo sin fisuras ni quiebres es el hallazgo del cuerpo de Blanca Araceli Fulles en el domicilio de Darío Badaracco, enterrado en un contrapiso del fondo con estructura de cemento, tapado con escombros y una puerta roja de automóvil”, describieron Klobovs, Bellagio y Martínez.
“El cuerpo de Araceli Fulles no estaba en el fondo de la vivienda de Darío Badaracco el 17 de abril de abril 2017 cuando se produjo el primer allanamiento, sino que fue trasladado con posterioridad, cuando Darío Badaracco tenía motivos suficientes para no sospechar que iban a volver a su casa a buscarla y donde aún reunía la calidad de testigo y no imputado”, relataron los magistrados en el fallo.