Una privilegiada vista al lago, una importante suma de dinero y hasta un tigre de peluche que, lejos de considerarlo como tal poseía un significado especial, eran sólo algunas de las principales descripciones que ofrecieron los efectivos policiales que allanaron la casa del country de Santa Clara, en Benavídez, donde se detuvo a Juan Percowicz (84), el líder de la Escuela de Yoga de Villa Crespo.
La escuela era una especie de anexo al CMI Abasto, “la clínica” de la organización donde se llevaban adelante prácticas tales como “la cura de sueño” y se brindaban “tratamientos” para “disciplinar y aleccionar” a los fieles que se negaban a seguir órdenes. De hecho, a Percowicz se lo acusa de “dopar” a los alumnos con somníferos para controlarlos y someterlos. Según la investigación, las alumnas eran utilizadas para prestar servicios sexuales a hombres adinerados, con la finalidad de realizar negocios o actividades para blanquear dinero.
La causa dejó más veinte detenidos, uno de ellos Percowicz, apodado “El Maestro”, a quien lo aprehendieron en su lujosa mansión situada en el lote 4 del mencionado country. Lo curioso es que cuando los detectives del Departamento de Trata de Personas de la Policía Federal le pidieron al sujeto que preserve sus posesiones de mayor valor, en lugar de alzarse con joyas, anillos, relojes o el Ford Bronco estacionado en el garaje, agarró el tigre de peluche.
Aparentemente los muñecos tienen un significado particular para los miembros de la organización, relacionado a la reencarnación. Al tomarlo, el líder estaba poniendo en resguardo a su posesión más valiosa: su alma.
En el momento en el que le colocaron las esposas, los efectivos dirigidos por Ricardo Juri no lo sabían, pero comenzaron a preguntarse por los peluches cuando encontraron otros en el resto de los domicilios allanados. Fue uno de los fieles quien les confió la respuesta en medio de los procedimientos, en el que los agentes también se toparon con imágenes que daban cuenta de la adoración a “El Maestro”.
De acuerdo a lo que informó TN, es así que, una de las víctimas, por ejemplo, había colocado varios cuadros de Percowicz en su dormitorio, en la mesita de luz y en las paredes.
Pero la devoción a los peluches parecían tan importantes para los miembros de “La Escuela” que su propio gurú. Los detectives se asombraron al escuchar la historia de un secuestro muy particular del que fue víctima el peluche de Alicia “Doqui” Arata, la titular de CMI Abasto, “la clínica” de la organización en las que se hacían las curas de sueño.
Un testigo contó, de acuerdo a las fuentes, que la negociación prosperó y la organización pagó miles de dólares por el muñeco, pero “La Doqui” recibió su peluche cortado (creen que buscaron dinero o joyas en su interior) y pidieron a los médicos que trabajaban en el supuesto centro médico que lo suturen, como si se tratara de una persona. Los galenos cumplieron la orden: tomaron el muñeco y lo cosieron en una de las mesas de CMI Abasto.
MÁS SOBRE JUAN PERCOWICZ:
Juan Percowicz tiene 84 años, utiliza un bastón para acompañar sus pasos y figura como afiliado del PAMI. Es parte fundamental de la banda que fue desbaratada en las últimas horas tras 50 allanamientos en Capital Federal en los que terminaron detenidas más de veinte personas, incluido quien se hace llamar "El Maestro" o "El Ángel".
Él y sus presuntos secuaces están acusados de integrar una organización delictiva dedicada a la captación de víctimas bajo la fachada de un centro de yoga con la finalidad de someterlas a la explotación sexual y laboral. Además, se investigan otros delitos como hurto agravado, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina. Se cree que además de actuar en Argentina, tendría actividad en Estados Unidos.
No es la primera vez que Juan Percowicz está acusado por este tipo de delitos. En 1993 quedó en el foco de la Justicia cuando se abrió una investigación contra la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) que él lideraba. Las acusaciones eran similares a las que debe enfrentar ahora: captación de víctimas para su explotación sexual bajo la excusa de una sanación espiritual. En ese momento, la causa pasó por tres jueces y finalmente le fue dictada la falta de mérito.
Tres años después, Percowicz terminó procesado por hurto calificado y con un embargo de 150.000 pesos. luego de que el juez Roberto Murature, quien tenía a cargo la investigación, considerara que El Ángel desvalijó, junto con su hijo, el departamento de la psicóloga Susana Schiavi, luego de que la mujer muriera en un accidente de tránsito.