Un joven de apenas 19 años fue detenido por efectivos policiales acusado de dos crímenes que fueron perpetuados en un lapso de tres meses, ambos ocurridos en el partido de Tres de Febrero. El primero de ellos data del 16 de noviembre del 2021, cuya víctima fue Alfredo Martínez, chofer de un patrullero. Mientras que el restante sucedió el 14 de febrero del 2022, cuando un empresario algodonero, Rolando Omar Villafañe, fue asesinado por delincuentes adentro de su fábrica de la localidad de Caseros.
El individuo, identificado como Lautaro Marinelli, alias "Jumanji", era buscado por detectives de la División Homicidios de la Policía Federal Argentinas (PFA), quienes en las últimas horas lo atraparon. Estaba de vacaciones en Santa Teresita, subió fotos en su perfil de Instagram, y los efectivos vestidos como turistas, con malla y ojotas, lo capturaron en la peatonal.
A diferencia de otros casos de homicidios, Marinelli era buscado por el fuero de menores debido a que en ambos hechos estuvieron involucrados menores de edad. Quedó imputado por el delito de homicidio agravado y robo agravado criminis causa por el uso de arma de fuego y está a cargo de la Fiscalía del Fuero Penal Juvenil del Departamento Judicial San Martín.
El imputado consiguió ocultarse de la policía durante un año. Fuentes del caso le señalaron a Infobae que el sujeto se resguardaba en los barrios Carlos Gardel (El Palomar) y Fuerte Apache (Ciudadela), hasta que tomó la decisión de tomarse unas vacaciones en la Costa, donde finalmente fue apresado.
EL ASESINATO DEL EMPRESARIO
El homicidio de Villafañe ocurrió a las 0.41 del lunes 14 de febrero del 2022 en su algodonera ubicada en la calle Ángel Pini 5.445, entre Martín de Álzaga y Spandonari, de Caseros. La víctima llegó con su camioneta Ford Ranger, activó con control remoto la apertura del portón de su fábrica de artículos de algodón e ingresó marcha atrás con su vehículo.
Treinta segundos más tarde, unos metros antes de la puerta de la algodonera detuvo su marcha un automóvil Peugeot 208, del que bajaron cuatro delincuentes, algunos armados, que se aproximaron a la puerta de la fábrica con intenciones de robo.
Villafañe reaccionó abriendo fuego con la pistola calibre 9 milímetros que tenía en su poder, por lo que los asaltantes, que prácticamente no llegaron a ingresar, huyeron en dirección opuesta, uno de ellos trastabillando y efectuando disparos hacia el interior de la fábrica, al tiempo que en el Peugeot los aguardaba un quinto cómplice que actuaba de chofer y que también escapó arrancando el vehículo.
Los vecinos que escucharon los disparos llamaron al 911 para reportar la presencia de una persona herida de bala. Mientras tanto, dentro de la fábrica, se encontraba su dueño, Villafañe, herido en el abdomen y tendido al lado de su Ford Ranger. El propio comerciante que solía trabajar solo de madrugada para dejar listos los pedidos de la mañana, llamó por teléfono al marido de su hija para pedirle ayuda porque le habían disparado.
El yerno llegó al lugar y lo trasladó en un vehículo hasta la clínica Trinidad de Ramos Mejía, donde pese a los intentos por reanimarlo, falleció tras un paro cardiorrespiratorio. Dentro de la camioneta de la víctima se secuestró una pistola calibre 9 milímetros marca Browning que se cree fue disparada por el comerciante.
El arma, que tiene la inscripción "Policía de la Provincia de Buenos Aires", estaba montada, había 11 balas en el cargador y cinco vainas servidas en la escena. Si bien en un principio se barajaban distintas hipótesis, la observación que la fiscal y la Policía hicieron de una serie de videos de las cámaras de seguridad de la misma algodonera dejaron en claro que se trató de un intento de robo, que fue resistido por el propio Villafañe.
EL CRIMEN DEL CHOFER
Alfredo Martínez murió en el hospital Ramón Carrillo de Ciudadela, luego de permanecer en grave estado y con asistencia mecánica ventilatoria desde su ingreso a dicho centro de salud por un disparo en la cabeza, el pasado 16 de noviembre del 2021.
Martínez, quien conducía un móvil del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) junto a un efectivo policial, fue herido de las 16 horas de ese día en el barrio Ejército de Los Andes (Ciudadela) cuando perseguían a un joven que había robado un auto marca Ford Ka de color blanco momentos antes en Morón.
El asaltante frenó y descendió del rodado, por lo que comenzó una persecución a pie por parte del policía. Ante esa situación, el ladrón efectuó varios disparos contra el uniformado que repelió la agresión con su arma reglamentaria. Sin embargo, por entonces, el sujeto huyó y, al regresar al patrullero, el efectivo vio que el conductor tenía una herida de bala en la cabeza, herida que le produjo la muerte.
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