Chacarita Juniors atraviesa los últimos días de la etapa más intensa de la pretemporada, en la ciudad de Balcarce. Allí el plantel permanecerá alojado hasta el domingo 14 de enero y luego continuará con los entrenamientos en el predio de UTA (Unión Tranviarios Automotor), en el partido de Moreno, hasta el inicio del campeonato.
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Hace pocos días se sumó Matías Pisano y ahora la Comisión Directiva intenta incorporar a otro centrodelantero que se acople a las prácticas, previo al comienzo de la Primera Nacional, pautado para el fin de semana del 3 y 4 de febrero.
¿Las opciones? Nicolás Blandi y Rodrigo Salinas. Dos conocidos en San Martín, el primero por haber realizado parte de sus divisiones inferiores en el polideportivo Ernesto Duchini; y el segundo por los 30 goles que anotó en la temporada de la B Nacional 2016/2017, con ascenso incluido.
También trascendió el nombre de Pablo Magnín, aunque su incorporación se presenta un tanto más compleja debido a que el futbolista posee un salario bastante alto. Además, está siendo sondeado por Sarmiento de Junín, equipo que juega la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y en el que ya jugó en 2019 y 2020.
Tanto Blandi como Salinas, de últimos pasos por San Lorenzo de Almagro y Atlético Grau de Perú, no observarían con malos ojos regresar para Villa Maipú. Sin embargo, todo está sujeto a lo que acuerden el presidente Néstor Di Pierro y el entrenador Aníbal Biggeri, teniendo en cuenta el estado económico de la institución y las prioridades futbolísticas.
Vale recordar que el plantel del Funebrero ya cuenta con dos delanteros. Ellos son Ramiro Costa y Sebastián Cocimano, provenientes de Wanderers de Uruguay y Gimnasia y Esgrima La Plata, respectivamente.
No obstante, el arribo de otro centroatacante que compita con estos dos últimos parece interesar en el mundo Chacarita, que anhela no extrañar tanto a Luciano Giménez, ya radicado en Brasil para jugar en el Cuiabá.
