Chacarita sufrió una dura goleada en Villa Maipú en la tarde de sábado. Cayó por 4 a 0 ante Quilmes y, más allá del desastroso resultado, la mayor preocupación fue la falta de respuesta del equipo y los errores cometidos a lo largo de los 90 minutos.
Cuatro cambios ensayó Aníbal Biggeri en relación a la caída en Los Polvorines: Marino Arzamendia, Iván Cardozo, Luciano Perdomo y Hernán Rivero ingresaron por Federico Losas, Cristian González, Maico Quiroz y Sebastián Cocimano, respectivamente.
Más allá de cualquier variante, el juego de Chacarita no cambió respecto a partidos anteriores. Sin rebeldía, asociaciones ni profundidad, la tarea del equipo se tornó muy floja, nuevamente. Y Quilmes, sin realizar demasiado, lo aprovechó.
El Cervecero avisó de entrada: ante un error de Marino Arzamendia que se la dejó servida a Fabián Bordagaray, el delantero sacó un disparo desde lejos que pasó cerca del travesaño.
Pero facturó a los 19', cuando Cardozo tocó el balón con su brazo dentro del área y Fernando Echenique sancionó penal. De la pena máxima se hizo cargo Lautaro Parisi, quien con un remate suave estableció el 1-0.
Todo Chacarita reclamó penal en una jugada que Matías Pisano protagonizó por la izquierda, y en la cual su disparo dio en el hombro de un rival. Echenique no compró y entonces se armó una contra que por poco no terminó en otro gol de Parisi. Posterior a ello, Tomás Oneto se lesionó y abandonó el terreno de juego, en su lugar entró el debutante Sebastián Daniele.
A excepción de un cabezazo de Rivero que se esfumó por encima del arco, Chacarita culminó el primer tiempo sin patear al arco y aproximarse con peligrosidad. El equipo se retiró al vestuario reprobado por su gente.
Para la etapa complementaria, Biggeri hizo ingresar a Fernando Brandán por Pisano. El Funebrero continuó con los mismos inconvenientes futbolísticos, y Quilmes volvió a sacar provecho de esa situación.
Desde la derecha, Tomás González entró al área, sacudió y Arzamendia desvió al córner. De ese tiro de esquina provino un centro que el propio González cabeceó y anotó el 2-0.
Más allá de su mal desempeño en cancha, el Tricolor tampoco ligaba: Federico Laurelli se escurrió por el sector izquierdo, remató y el palo le negó el grito. El conjunto de San Martín ya jugaba con Cocimano y Rodrigo Salinas.
Quilmes alcanzó su tercera conquista por medio de Parisi, quien se metió por la banda izquierda y su tiro tocó red. 3-0 y partido sentenciado.
Chacarita no paraba de regalarse en el fondo y sufrió un nuevo gol. Parisi marcó su tercero personal y el cuarto para su equipo. A esta altura, el partido carecía de sentido. Chaca lo padecía y Quilmes lo disfrutaba.
No pasó nada más. Chacarita cayó 4-0 y protagonizó un verdadero papelón. Biggeri sigue sin encontrar el rumbo, y los partidos pasan. ¿Seguirá siendo el DT?