Los clásicos son clásicos y, por lo general, Chacarita los gana. Este 19 de agosto no fue la excepción y el Funebrero se impuso por 1 a 0 con un gol de Luciano Giménez a los 44 minutos del segundo tiempo. Fiesta en San Martín.
El ingreso de Claudio Pombo por Ricardo Blanco (alcanzó las cinco tarjetas amarillas) fue la única variante que decidió realizar Aníbal Biggeri para una nueva edición del clásico de Villa Crespo, con vasta historia en la Primera División pero con actualidad en la Primera Nacional de ascenso.
Típico en esta clase de partidos, el primer tiempo tuvo más lucha que juego. Aún así, fue el Funebrero el equipo que creó las mejores ocasiones de gol, generando juego tanto por las bandas como por el carril central. La falta de resolución en los metros finales lo privó de adelantarse en el tanteador.
En la primera de riesgo, Luciano Giménez eludió a Nicolás Sumavil, pisó la línea final y descargó con Gianluca Pugliese, quien remató y exigió la respuesta del arquero con un manotazo al córner. A los pocos minutos, Pombo quedó cara a cara con Sumavil, pero el balón le quedó a media altura y no consiguió disparar.
Promediando los 30 minutos, la polémica se hizo presente en el León Kolbowski, cuando Federico Bisanz tumbó a Álvaro Cuello y el árbitro, Germán Delfino, no sancionó la pena máxima, que era lo que correspondía. De cualquier manera, sobre el cierre de la primera etapa el propio juez no sancionó otro claro penal para Atlanta.
El Bohemio proponía poco y nada. Sin embargo, tuvo una de las más claras. Desde un tiro de esquina, un centro encontró sin marca a Alan Aguirre, quien jugó de primera con Valentín Gelos. El marcador de punta por derecha remató como vino y la pelota rozó el travesaño.
La última jugada que regaló el primer lapso fue en los pies de Giménez. El delantero con pasado reciente en Chaco For Ever y cuyo pase es de Boca Juniors se hizo del balón, acomodó su cuerpo y desde afuera del área sacó un latigazo que Sumavil, nuevamente, salvó al tiro de esquina.
Para el complemento, Atlanta arrancó mejor. Con un picante Juan Galeano, los de Nicolás Diez generaron peligro y pudieron haber convertido. Pero Chaca salió a flote y, sobre el final, se lo terminaría llevando.
Pocos minutos después de que el ingresado Marcos Astine estrelle el balón al travesaño desde un córner, Álvaro Cuello remató en el punto penal, Sumavil dio rebote y Giménez empujó al gol. Estallido en San Martín.
Iban 44 minutos y el Tricolor se puso en ventaja de forma merecida. Delfino, de flojo arbitraje, adicionó cinco minutos. Chaca aguantó y se llevó el triunfo.
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