La historia de los distritos de la región norte son vastas y variadas como cada uno de sus barrios, de sus lugares y de quienes allí viven. Tomando en cuenta esto, nació Cine con Vecinos, una iniciativa coordinada por la Dirección de Cultura del Municipio de Tigre, encabezada por Daniel Fariña, y producida por Rueguet Film, que busca que quienes habitan en el distrito sean protagonistas de cortos documentales que recorran la vida y la historia las localidades de ese ditrito.
Cine con Vecinos es una nueva experiencia: el cine comunitario, un cine que presenta una modalidad distinta en cuanto a producción, distribución y consumo.
El programa consta de varias etapas: en primer lugar, se le muestra a los vecinos las distintas tareas en la producción de una película, el trabajo específico de cada área y una selección de trabajos producidos bajo la misma metodología. Luego, se realizan dos jornadas completas de trabajo con equipamiento de audio y video profesional, en las que se desarrollan nociones del lenguaje cinematográfico en relación a la obra se quiere producir. Por último, se lleva adelante el proceso de posproducción, edición de imagen y sonido, musicalización, inclusión de títulos y gráficas, y conversiones a distintos formatos. "Esta última parte la hacemos nosotros en la isla de edición de la productora. Una propuesta era que eso también sucediera con los vecinos, pero los talleres son breves y con todo el proceso se hubieran hecho muy largos", aclara Kazah.
Tigre tiene una impresionante gama de variantes en sus localidades con distintas identidades y culturas que son múltiples.
Sobre el inicio del programa, Juan Vitali, director de Industrias Culturales de Tigre, recuerda: "Alejandro Segura, un investigador histórico que editó varios libros, propuso hacer talleres vinculados a la historia de los barrios y de las diferentes localidades, que comenzaron en la Biblioteca Mariano Moreno de Don Torcuato y luego se replicaron en Pacheco, en la Biblioteca Castelli, y Dique Luján, en su Sociedad de Fomento. Los mismos fueron impulsados por la Dirección de Cultura, a cargo de Daniel Fariña. Luego, tanto a Daniel como a Alejandro les pareció bueno registrar el sentir y el decir de los vecinos en material audiovisual, junto con los paisajes y el entorno de cada lugar, porque cada taller tiene su propia personalidad, con ensambles a veces inesperados. Allí apareció la propuesta de Cine con Vecinos, y desde el municipio se coordinó el ensamble de los dos talleres, en los mismos lugares físicos donde ya se llevaba adelante el taller de historia."
La interacción y participación de los vecinos, premisa fundacional de la propuesta, fue clave para recibir el bagaje de recuerdos, de semblanzas, de fotografías, de sonidos, y así registrar la identidad de cada lugar y proponer las temáticas para cada uno de los cortos. "El vínculo en el trabajo es importantísimo, porque ellos se comprometen en una dinámica de trabajo muy distendida, entre mate y mate, y van presentando los materiales. Es un hermoso encuentro entre la historia y el cine", resalta Vitali.
Por su parte, Kazah agrega: "Se comprometieron y lo tomaron como propio, que era lo que nosotros queríamos. Se encargaban de todo, de coordinar, de traer material, de buscar lo que hacía falta, de contar la historia, los guiones. Ellos fueron de verdad autores de los documentales. Nosotros fuimos los que acompañamos con la parte técnica, pero ellos se pusieron al hombro el laburo."
En cuanto a la continuidad del programa, "la idea es seguir haciendo documentales con Alejandro y con sus talleres. Él tiene ya cuatro más planificados para después de agosto en Tigre Centro, Los Troncos y otras localidades, y queremos que cada taller cierre con un documental", añade Kazah. Vitali, además, asegura que "en los próximos cuatro buscaremos nuevas variantes que se den en la relación entre la historia, el cine y los vecinos".