Este martes comienza el juicio por el asesinato de Braian Cuitiño, el joven de 22 años que fue brutalmente agredido por un grupo de adolescentes a la salida de un boliche en Pilar. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº4 de San Isidro encabezará el proceso en el que serán juzgados cinco de los seis atacantes acusados de robo y homicidio agravado.
Los imputados en este caso son Lucía Armas (19 años al momento del crimen), Ariana Dorsi (18), Lucas Castillo (22), Matías Méndez (21) y Franco Méndez (22). Un sexto participante, menor de edad al momento del hecho, ya fue condenado a siete años de prisión efectiva.
Lucía, una de las hermanas de la víctima, expresó en diálogo con La Nación: “Es difícil, pero estamos esperando este momento. Queremos perpetua para esos cobardes. Queremos Justicia”.
En la noche del 14 de enero de 2022, Braian Cuitiño y su hermana Paula, de 19 años, salieron a bailar al boliche Napoleón en Pilar. Al salir, cuando se disponían a regresar a su casa en moto, fueron abordados por los sujetos. “Uno de los pibes le dijo a mi hermano si se la bancaba y entonces se pusieron a pelear en la calle”, relató Paula. Aunque ella intentó intervenir, fue derribada por otra mujer.
La situación parecía haber terminado cuando los atacantes se retiraron en un auto, pero al percatarse de la falta de algunas pertenencias, Braian se alejó para buscar su billetera y el celular de su hermana. Fue en ese momento cuando los violentos regresaron en el mismo auto, y tras una nueva agresión, una de las mujeres le lanzó un ladrillo en la cabeza a Braian. Este acto violento resultó fatal: el joven falleció dos días después en el Hospital Sanguinetti de Pilar.
Desde la tragedia, la familia de Braian vivió con la esperanza de obtener justicia. “Hace tiempo que estamos esperando por este momento, sobre todo para la paz de mi mamá”, enfatizó Lucía.
Braian, que al momento de su muerte estaba en pareja y era padre de un bebé de 10 meses, no conocía a sus atacantes previamente. La familia descarta cualquier conflicto previo y asegura que las cámaras del boliche no registraron ninguna pelea anterior entre los hermanos y el grupo de violentos.
