La actividad física ha experimentado un gran auge en los últimos tiempos. Cada vez son más las personas que quieren sentirse bien a través del ejercicio y de una alimentación saludable. Por eso, el trabajo de entrenador personal o preparador físico es uno de los más demandados actualmente. Si te gusta el deporte y querés dedicarte a preparar a otros, te explicamos qué conocimientos y cualidades necesitas para ser entrenador personal. Ganá confianza y músculos dedicándote a esta apasionante labor.
Conocimientos técnicos para trabajar como entrenador personal
Un preparador físico debe conocer varias disciplinas en función del área deportiva a la que se dedique. No es lo mismo que debas entrenar a aficionados al deporte que a profesionales del mismo. Ni necesitás la misma formación para ser experto en actividades de gimnasio que para entrenar en actividades al aire libre.
Sin embargo, hay dos bloques principales de conocimientos que debes dominar para ser un buen entrenador personal. Estás áreas son las siguientes:
- Conocimientos de anatomía. Lo primero que tendrás que hacer cuando tomes un alumno a tu cargo es descubrir qué estado físico tiene. No podrás diseñar entrenamientos muy intensos para personas que llevan mucho tiempo sin hacer deporte, ni ejercicios muy suaves para quienes tienen una forma física óptima.
Por eso, debés tener conocimientos de anatomía humana respecto a los huesos, los músculos y otras partes del cuerpo. Gracias a ello, no solo sabrás qué ejercicios se recomiendan para cada parte del cuerpo, sino también y más importante cómo prevenir lesiones. - Conocimientos de nutrición. El otro bloque básico que debes dominar para ser entrenador personal es el relativo a la nutrición. A la hora de practicar deporte, tan importante es esta como el ejercicio en sí. Cada disciplina deportiva requiere su propia dieta. Si hablamos de realizar ejercicio para sentirse bien, igualmente es necesario acompañar este de una alimentación adecuada. Comer sano permitirá a tus alumnos aprovechar mejor el ejercicio que practican y también evitar lesiones.
A su vez, los conocimientos de nutrición que debés dominar incluyen dos ámbitos. El primero es la nutrición en sí, es decir, conocer los valores energéticos de los alimentos. Por su parte, el segundo es la dietética, que consiste en saber combinar esos alimentos en función de las características fisiológicas y la actividad deportiva de cada persona. Si querés ser un buen entrenador personal, debés tener conocimientos de ambas.
Cualidades de un preparador físico
Los conocimientos teóricos sobre el cuerpo humano son fundamentales para que puedas ser un buen entrenador. Conforman la base de tu trabajo. Pero, además, necesitás tener otras cualidades si querés desarrollar bien tu labor. Las principales son las siguientes:
- Capacidad analítica. Tendrás que diseñar planes de ejercicios y de alimentación para tus alumnos. Si querés hacerlo bien, necesitarás evaluarlos tanto física como anímicamente. De este modo, podrás crear el programa más útil para ellos.
- Aptitudes de organización. Vinculado al punto anterior, también debés tener cualidades para organizar el entrenamiento que propones a tus alumnos. Tenés que saber estructurar las sesiones que realizas con ellos e igualmente introducir los ajustes que vayan haciendo falta para mejorar su rendimiento.
- Pasión y comunicación. También es fundamental que disfrutes con tu trabajo. Solo de este modo podrás transmitirles pasión a tus alumnos. Y, para eso, también necesitás comunicarla bien. De lo contrario, no percibirán el estímulo apropiado para realizar sus ejercicios.
- Capacidad de motivación. Relacionada con la cualidad anterior, si querés ser un buen entrenador, tendrás que saber motivar a tus discípulos. Tenés que conocer las estrategias adecuadas para despertar en ellos la pasión por lo que practican. De no hacerlo, terminarán abandonando el entrenamiento.
- Comportamiento modélico. Para triunfar como preparador físico, tus alumnos deben percibir que vos también aplicás lo que les pedís. Es decir, que sos igualmente una persona deportista y que se cuida. En este sentido, hacer los ejercicios con ellos es una buena forma de motivarlos.
- Saber delegar. Este aspecto es muy importante. Queremos explicarte con él que no debés abarcar todo. Por ejemplo, no sos un médico para diagnosticar lesiones, ni un masajista para realizar sesiones de fisioterapia. Cuando tus alumnos tengan alguno de estos problemas, envialos al especialista.
- Ser realista. Tenés que conocer las limitaciones de tus pupilos. Y esto afecta tanto a las físicas como a las mentales. No debés exigirles más de lo que realmente pueden poner en práctica. Si lo haces, terminarás perdiéndolos como alumnos. En cambio, si les pedís esfuerzos adaptados a su capacidad, tanto ellos como vos veran pronto magníficos resultados.
En conclusión, te hemos explicado los conocimientos y cualidades que necesitás para ser un buen entrenador personal. Además, si haces de esta disciplina tu profesión, vos también estarás en forma.