Este lunes no sólo comenzó la primavera sino también una nueva etapa del aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional a raíz de la pandemia por coronavirus. El último anuncio no tuvo una conferencia de prensa unificada entre Nación, Provincia y CABA, sino que el viernes pasado el gobierno Nacional optó por grabar un anuncio con un marco general, donde se oficializaba la extensión de la cuarentena, y quedó para cada distrito dar los detalles de las características en esta nueva etapa.
Oficialmente, en los 35 municipios del conurbano la provincia habilitó las obras particulares (ver apartado), pero más allá de la reglamentación oficial, en distintos municipios se vienen dando flexibilizaciones de hecho, en especial en lo que hace a bares y restaurantes.
Quién viene liderando estas medidas de apertura para locales gastronómicos, tensionando con la reglamentación provincial es San Isidro. El municipio gestionado por Gustavo Posse fue el primero en habilitar la modalidad “take away plus” que permitía la colocación de sillas en las veredas (sin mesas) para consumo en locales gastronómicos.
Ahora, San Isidro ya oficializó la posibilidad de consumo en espacios abiertos, incluyendo terrazas y patios, con mesas. Pero estas aperturas que se dan de hecho trascienden las grietas partidarias, ya que Tigre también oficializó una medida similar desde el último fin de semana.
Pero si bien son los únicos municipios que han decidido comunicar oficialmente estas aperturas no autorizadas en la reglamentación provincial, los bares con mesas en las veredas se observaron este fin de semana también en Vicente López, en San Fernando, en Escobar, entre otros.
Los municipios que no lo han habilitado oficialmente, tampoco han tenido una política de penalización de estas aperturas. Voceros comentan en “off” que vienen acompañando la situación que atraviesan los empresarios del rubro gastronómico y que buscan tener una actitud contemplativa, después de más de 6 meses con locales cerrados al público, buscando controlar que no haya situaciones de desborde que puedan implicar mayores riesgo en términos sanitarios, pero que hasta que no haya una reglamentación que lo habilite desde provincia no se avanzará en habilitaciones desde estas comunas.
La construcción
En los 35 municipios del conurbano a partir de este lunes 21 de septiembre se habilitó la construcción de obras privadas, con protocolos que fueron acordados con gremios del sector, empresarios y profesionales, y que se difundirán en las próximas horas.
En esta nueva apertura, podrán llevarse adelante dos tipos de actividades. La primera de ellas serán las obras pequeñas, en las que no trabajen más de 15 trabajadores en simultáneo, teniendo en cuenta todas las especialidades y cargos. La segunda, serán las obras de mayor envergadura que, por la inactividad de 6 meses en el marco de la cuarentena, presenten peligro de derrumbe o de seguridad para la zona donde se encuentran.
En ambos casos, las empresas o personas que demanden los trabajos deberán hacerse cargo de la movilidad: al igual de lo que ocurre en las industrias no esenciales, los trabajadores no podrán usar el transporte público. A su vez, deberá tenerse en cuanta que los obreros no pueden realizar viajes interjurisdiccionales y deberán pertenecer al mismo municipio donde se realiza la obra.