El Tribunal Oral Federal (TOF) 4 dispuso hoy el arresto domiciliario de Lázaro Báez, imputado por supuesto lavado de dinero, entre otros delitos, pero el empresario no pudo ingresar a la casa del country Ayres del Pilar porque lo impidieron los vecinos de ese barrio, que incluso dañaron un vehículo del Servicio Penitenciario Federal.
El TOF 4 dispuso "hacer efectiva la morigeración de las condiciones de detención de Lázaro Báez", tras una resolución de la Cámara Federal de Casación Penal emitida horas antes.
El empresario salió al atardecer del penal de Ezeiza, donde estaba detenido desde abril de 2016, para ir a un domicilio fijado en el partido de Pilar, con monitoreo del Programa de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Báez fue llevado en una camioneta del SPF, con custodia, al country en cuya entrada estaba apostado un grupo de vecinos para impedir que ingresara el empresario santacruceño, quien iba vestido con el uniforme color naranja de los detenidos, con un casco de protección, barbijo y chaleco antibalas.
Los habitantes del country impidieron varios intentos de ingreso, incluso cuando la camioneta pudo llegar a la garita de entrada. En una caótica situación, los manifestantes, anteponiendo sus cuerpos y con sentadas, lograron su cometido, después de corridas que incluyeron piedras, objetos contundentes, huevazos, y golpes contra el vehículo, que sufrió la rotura del parabrisas.
Finalmente, frustradas las intenciones de ingresar por la entrada principal y por otra de servicio, el utilitario con Báez se retiró. Presuntamente iba a ser llevado nuevamente a la cárcel de Ezeiza hasta que se decidan medidas para que se cumpla efectivamente y sin inconvenientes la resolución judicial y se preserve la integridad de Báez.
Poco antes los abogados del empresario sureño también fueron rechazados y tuvieron que irse después de las airadas protestas, que incluyeron en ambos casos el lanzamiento de algunos objetos contundentes y huevos.