Un desfile con 14 murgas de todas las localidades fue el broche final de los carnavales de San Isidro, que tuvieron lugar en el corsódromo que se armó sobre la avenida Avelino Rolón y Olázabal, en Boulogne. La celebración se extendió a casi seis horas y tuvo a más de mil artistas.
Tras la suspensión por las malas condiciones climáticas del domingo, el carnaval tuvo anoche su regreso a las calles de Boulogne. La fiesta comenzó a las 20 y se extendió hasta casi las 2:00 de la mañana, con murgas formadas por artistas de tres a más de 90 años, entre brillos y lentejuelas, acrobáticas patadas al aire, baterías de percusión y vientos que fueron un show en sí mismas, paraguas multicolores, muñecos gigantes y una alegría que traspasó las vallas.
Así salieron al ruedo las distintas murgas que fueron premiadas a lo largo de la noche: Los Auténticos Soñadores del Bajo San Isidro, Los del Banquito de Beccar, Los Purretes de San Isidro, Fiesta de Carnaval, Los Chiflados de Boulogne, Los Auténticos de Boulogne, Los Desordenados de La Sauce, Los Locos por el Ritmo, Centro Murga Los Dueños del Sonido, Los Caporales Amado Jesús, Los Caporales Reyes de Boulogne, Los Fantoches de San Isidro, el Centro Murga Lloviendo Estrellas y el Centro Murga Los del Mal del Sauce del Bajo de San Isidro.
El intendente del distrito, Gustavo Posse, destacó que “es la vuelta a la normalidad de un modo muy organizado y seguro con una fiesta para la familia y con mucha presencia de las distintas áreas de servicios del municipio”.
“Las murgas de los distintos barrios cumplen un rol social muy importante, contienen a niños y jóvenes, les enseñan a utilizar instrumentos de percusión y evitan que estén en las calles. El Municipio los ayuda y les brinda todo su apoyo”, añadió el jefe comunal.