Durante la mañana de este lunes 19 de marzo, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de San Isidro condenó a Sergio Oscar Petrini, de 22, alias “Oscarcito”, y a Marcelo Hernán Gorosito, de 24, alias “El Rubio”, a reclusión perpetua por haber matado al albañil Albino Giménez Torres de 19 años el 6 de octubre de 2015, en Tigre.
Giménez Torres recibió un tiro en la cabeza luego de haberse negado a entregarles una mochila en la puerta de un country de la localidad de Benavídez. Los jueces Alberto Ortolani, María Elena Márquez y Gonzalo Aquino, consideraron que fue un típico homicidio "por resentimiento”, ya que la víctima no quiso entregarles la mochila y por eso fue ejecutada de un disparo en la cabeza.
"Aquí no se mató 'para' sino 'por'. En el caso, por no haber logrado los autores el fin propuesto al intentar otro delito”. En palabras prestadas, esta agravante castiga la conducta de aquel que mata por despecho, resentimiento, frustración o mal querencia”, dice el fallo al que accedió Télam.
Si bien durante la instrucción de la causa, ninguno de los dos acusados había declarado, en el juicio lo hicieron, confesaron y manifestaron estar arrepentidos. "Estoy arrepentido, todo sucedió como lo dijo el señor fiscal. Yo tengo dos hijas chiquitas. Tuve una 'probation' en la Federal por un robo agravado, y no supe aprovechar esa oportunidad", dijo Petrini ante el TOC 1, y reconoció el hecho: "El que llevaba el arma ese día soy yo, y el que dispara fui yo también. No lo voy a negar."
Por su parte, Gorosito también habló ante los jueces y les dijo: "Yo no tuve intención de lastimar a nadie en un principio, no pensamos que iba a pasar esto y que iba a terminar así, pero una cosa llevó a la otra. La idea era sólo robarle a este chico, pero después pasó lo que pasó. Estoy arrepentido".
La investigación fue llevada a cabo con las imágenes de las cámaras de seguridad del country Las Glorias y del Municipio de Tigre, con las cuales lograron identificar a los jóvenes. Además declaró en la causa personal de seguridad del barrio privado y vecinos del barrio La Mascota de Tigre, que conocían a los condenados.