Dos hombres fueron condenados a penas de entre 7 y 15 años de prisión por el crimen de un chef, quien en marzo de 2020 fue asesinado a golpes y su cuerpo apareció quemado dentro de un contenedor de basura en el centro de San Martín.
El fallo fue dado a conocer por el juez Gustavo Varvello del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 del citado distrito tras la decisión del jurado popular.
Fuentes judiciales informaron a Télam que Ariel Sebastián Zampolini fue declarado culpable como autor del delito de "homicidio simple" en perjuicio de Alejandro Gabriel Delfino (39) y el magistrado le dio 15 años de cárcel.
En tanto, el jurado consideró a Alejandro Mora culpable por el "encubrimiento agravado" y por "robo con armas", por lo que recibió la pena de 7 años y 6 meses de prisión.
Según las fuentes, ambos llegaron detenidos junto a Pamela Melina Godoy, pareja de Zampolini, como coautores del asesinato pero el jurado popular la declaró no culpable y quedó en libertad.
Durante el debate, la fiscal Noemí Carreira dio por por probado que Delfino fue atacado por ambos hombres a los que conocía previamente y con los que se juntaba a consumir estupefacientes, mientras que a la mujer le endilgó una participación secundaria.
En tanto, el abogado José Ignacio Bovio, defensor de Zampolini, negó que haya sido autor del hecho al igual que las defensas oficiales de los otros dos imputados.
Sin embargo, para los doce jurados solamente Zampolini cometió el homicidio y Mora lo encubrió, mientras que Godoy no participó de ninguna de esas circunstancias ya que al lugar del crimen llegó con posterioridad.
Para todo ello, analizaron las imágenes de la cámara de seguridad que captaron el momento del ingreso de la víctima al edificio en el que vivía y de los acusados.
Delfino había llegado a esa vivienda con Zampolini a las 2 de la madrugada del domingo 15 de marzo de 2020, tras salir de su trabajo en la cocina de un local gastronómico del barrio porteño de Villa Urquiza.
La última vez que se lo vio reingresar a ambos fue a las 7.35 de ese día ya que luego el que apareció siempre solo fue el condenado.
Los jurados coincidieron con las defensas respecto a que la data de muerte coincidió en la hora en la que se lo veía a Zampolini, mientras que Mora llegó después de cometido el asesinato.
Si bien los tres fueron tomados por la cámara mientras cargaban un cuerpo, que finalmente apareció un contenedor de basura, Godoy quedó libre de culpa y cargo al determinar que, efectivamente como declaró, al momento del hecho dormía con su hijo y que el comportamiento posterior quedó enmarcado en una situación de violencia de género que sufrió como pareja de Zampolini.
Además, el jurado comprobó que durante la noche previa al traslado del cadáver, Mora ingresó ilegítimamente en la vivienda de Delfino armado con un cuchillo y sorprendió a su esposa e hijos para robarse una computadora y un monitor, entre otros elementos.
El hallazgo del cuerpo ocurrió el 16 de marzo al mediodía, en la esquina de Cerrito y Mitre del centro de San Martín, luego de que un vecino de la zona advirtiera que estaba tapado con residuos dentro de un contenedor plástico de color verde y llamó al 911.
Personal de la comisaría 1ra. de San Martín se trasladó hasta el lugar y constató que se trataba del cadáver de un hombre, que estaba descalzo y que en su pie derecho poseía un tatuaje con el nombre "Martha".
El cuerpo también tenía una remera desgarrada y un pantalón oscuro y a simple vista presentaba quemaduras en la espalda.
"Intentaron quemarlo para borrar evidencia pero al cerrar la tapa del contenedor se agotó el oxígeno y se apagó el fuego", explicó en su momento una fuente de la investigación.
Al requisar la ropa del fallecido, los pesquisas hallaron el DNI de la víctima y la identificaron como Delfino, quien estaba domiciliado a pocas cuadras de donde fue hallado muerto y quien trabajaba como chef.
Tras una investigación, primero fue detenida la pareja y luego el tercer sospechoso por efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) y de la comisaría 1ra. de San Martín.
De acuerdo a la autopsia, realizada por los médicos de la Policía Científica de San Martín, la víctima presentaba una serie de golpes y un "traumatismo de cráneo" dado con un objeto contundente.
