Cómo proteger a los niños en la playa y en la pileta: recomendaciones esenciales para el verano

Expertos en salud infantil y organismos internacionales destacan medidas clave para prevenir accidentes y cuidar la salud de los más pequeños en playas y piscinas, desde la supervisión constante hasta la protección solar y la hidratación adecuada.

Con la llegada del verano, las playas y piscinas se convierten en destinos predilectos para disfrutar en familia. Sin embargo, garantizar la seguridad de los niños requiere de cuidados específicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y especialistas destacan una serie de medidas para evitar riesgos como golpes de calor, quemaduras solares, accidentes acuáticos y reacciones alérgicas.

Supervisión constante y educación en seguridad

El control activo es la principal barrera contra accidentes. La SAP resalta que los niños pequeños, aunque sepan nadar, deben estar vigilados en todo momento por un adulto responsable. Aplicar la regla 10/20: observar al niño cada 10 segundos y asegurarse de poder alcanzarlo en 20 segundos. Esta práctica puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia​.

Además, es importante educar a los niños sobre las señales de seguridad en las playas, como el significado de las banderas indicativas del estado del mar. En piscinas, enseñarles a no correr y a evitar juegos bruscos para prevenir caídas y lesiones​​.

Protección solar y cuidados dermatológicos

La exposición al sol es especialmente peligrosa para los niños. Según la OMS, la piel infantil es más delgada y menos capaz de defenderse contra los rayos ultravioleta (UV), lo que aumenta el riesgo de quemaduras y, a largo plazo, de melanoma (cáncer de piel). El uso de protectores solares de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de 50 es esencial, aplicándolo media hora antes de la exposición y renovándolo cada dos horas, especialmente después de nadar o secarse con la toalla​​.

Como medida general se recomienda evitar la exposición directa al sol entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando la radiación ultravioleta es más intensa. Durante estas horas, es mejor mantener a los niños en áreas sombreadas o realizar actividades bajo techo.

Además del protector solar, se aconseja el uso de ropa adecuada: sombreros de ala ancha, anteojos de sol con filtro UV y trajes de baño de manga larga. Complementar estos cuidados con el uso de sombrillas y espacios con sombra es una medida efectiva, sobre todo en niños menores de dos años, quienes no deben exponerse al sol directamente​.

Prevención de golpes de calor y deshidratación

El calor extremo puede causar deshidratación y golpes de calor en niños. La SAP sugiere incrementar la ingesta de líquidos entre un 25% y un 50% más de lo habitual durante los días calurosos. Ofrecerles agua fresca y alimentos ricos en agua, como frutas (sandía, melón, mandarina), ayuda a mantenerlos hidratados​​.

Los síntomas de un golpe de calor incluyen sudoración excesiva, mareos, debilidad, piel caliente y roja, náuseas y desmayos. Ante estos signos, es fundamental buscar asistencia médica inmediata.

Precauciones en el agua: evitar ahogamientos

Los ahogamientos son una de las principales causas de mortalidad accidental en niños pequeños, según la OMS. Aunque los juguetes inflables son comunes, no deben considerarse dispositivos de seguridad. En su lugar, se recomienda el uso de chalecos salvavidas homologados y garantizar que los niños permanezcan siempre al alcance visual y físico de un adulto​.

El control constante es imprescindible incluso en aguas poco profundas, ya que los accidentes pueden ocurrir en cuestión de segundos. Además, es fundamental conocer las condiciones del agua y respetar las advertencias de peligro, como corrientes fuertes o aguas infestadas de medusas​​.

Reacciones a picaduras y otros peligros naturales

En las costas argentinas, las picaduras de medusas o aguas vivas son comunes y, aunque generalmente no representan un riesgo grave, pueden ser dolorosas. Según la Dra. Ana Giachetti, jefa de Dermatología Infantil del Hospital Italiano de Buenos Aires, los síntomas suelen incluir ardor, dolor y picazón. Ante una picadura, se recomienda lavar la zona con agua de mar, retirar los restos de tentáculos con cuidado y vigilar al niño por posibles reacciones alérgicas severas​.

También es aconsejable enseñar a los niños a evitar tocar animales o plantas desconocidas que puedan ser venenosas o irritantes, y a no entrar al agua si hay señales de advertencia sobre fauna peligrosa o aguas contaminadas​.

Revisión de primeros auxilios básicos

Los padres o cuidadores deben conocer maniobras básicas de primeros auxilios, como la reanimación cardiopulmonar (RCP), y saber actuar ante emergencias como cortes, quemaduras solares graves o reacciones alérgicas. Estar preparados para estos escenarios puede marcar la diferencia en situaciones críticas​​.