El asesinato de Jorge Enrique De Marco (65), un destacado empresario del sector inmobiliario de San Isidro, ha generado una profunda conmoción en la Zona Norte del Gran Buenos Aires. La víctima fue encontrada sin vida, con las manos y los pies atados, en su residencia ubicada en la intersección de las calles Obispo Terreno y San José.
Este trágico suceso tuvo lugar la madrugada del pasado jueves 15 de marzo, y todo indica que se trató de un homicidio con fines de robo. Ayer, viernes, se llevó a cabo la autopsia en la Morgue Judicial de San Fernando, cuyos resultados revelaron "fractura de dos costillas", provocando un "neumotórax y una broncoaspiración", según informaron fuentes judiciales a La Nación.
Susana Dascalaky, pareja del empresario y abogada penalista, se dirigió a los medios visiblemente consternada, afirmando entre lágrimas que "la principal hipótesis apunta a un robo" y que sospecha que los delincuentes "ingresaron por la terraza", el único lugar de la casa donde la alarma de seguridad no estaba activada.
"La casa era completamente segura, viví allí durante cinco años. Puedo asegurar que los fines de semana iba y era totalmente segura. Jorge era una persona extremadamente precavida, apasionado por el tema de la seguridad", afirmó. Ante esta situación, sugirió que los ladrones actuaron "con premeditación" y aprovecharon las horas de la madrugada para entrar mientras él descansaba.
Tanto fuentes policiales como judiciales sostienen que De Marco intentó defenderse del robo, lo que habría desencadenado una brutal agresión por parte de los asaltantes, presuntamente cuatro. Dascalaky respalda esta teoría al mencionar un dato relevante sobre la personalidad del fallecido: "Conociendo a Jorge, que era instructor de tiro y asistía regularmente al Tiro Federal, intentó defenderse, lo que provocó la furia de estos individuos. Hablamos de un hombre de 1.98 metros y 130 kilos, no era fácil de someter".
Quién era Jorge De Marco y cómo lo encontraron muerto en su casa
Jorge De Marco, además de ser instructor de tiro y ganador de campeonatos en esta disciplina, era un ferviente defensor de los derechos de los animales, especialmente de los perros, siendo fundador y presidente del Centro de Prevención de Crueldad al Animal (CPCA).
Según registros oficiales, De Marco se dedicaba a servicios inmobiliarios por cuenta propia, gestionando propiedades urbanas propias o arrendadas. Un vecino informó a La Nación que vivía de los ingresos generados por los locales comerciales que había heredado de sus padres.
Alberto, amigo y vecino de De Marco, fue quien ingresó a la casa con una llave que le había confiado la víctima. Había mantenido contacto con el empresario hasta las 23 horas del miércoles, y al no poder comunicarse con él el jueves, decidió verificar lo que ocurría. Al ingresar a la residencia, encontró el cuerpo sin vida de De Marco.