Este viernes, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvo presente en un acto que organizó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Pilar, donde habló por primera vez en una concentración pública después del intento de asesinato que padeció el pasado 1° de septiembre cuando ingresaba a su domicilio en el barrio de Recoleta.
"Voy a hacer lo que tenga que hacer para lograr que nuestro pueblo, nuestra sociedad, pueda organizarse en un proyecto de país que vuelva a recuperar la ilusión, la fuerza y la alegría de nuestra gente", enfatizó la vicepresidenta al cerrar el acto que se realizó en el Microestadio municipal, frente a funcionarios, dirigentes gremiales, legisladores y trabajadores de la UOM.
"Éramos un pueblo alegre. Los recuerdo el 9 de diciembre de 2015 en la Plaza de Mayo y éramos alegres. Volvamos a recuperar esa alegría, la alegría de que el sueldo alcanzaba, de ir al trabajo, de saber que había futuro. Nos la merecemos los argentinos y las argentinas", manifestó.
Al comenzar su discurso Fernández de Kirchner recordó que "Esta es mi primera salida. Hoy se cumplen dos meses y tres días de eso que todos vieron por televisión. Yo no me di cuenta del arma que empuñaron y que pretendía en los hechos volarme la cabeza".
"Quería estar acá porque después de algunas cosas no hay mejor lugar que estar junto a los trabajadores y trabajadoras", enfatizó la vicepresidenta y habló de "los indignados rentados": "La primera conclusión buena que saqué es que estos presuntos indignados que agredían, insultaban, no eran indignados, era gente pagada por empresarios que se identificaron con el anterior gobierno, con el macrismo", fustigó.
Luego, habló de los trabajadores y afirmó que "es necesario una suma fija que vuelva a darle capacidad al salario de los trabajadores", pero aclaró que no se trata de una medida que vaya "en detrimento de las paritarias".
"No es un slogan. Esto que decimos de recuperación del salario tiene que ver con que vuelva a pagarse el salario de acuerdo a la productividad también, y es algo que tienen que luchar los sindicatos con organización", sostuvo.
En otro tramo de su intervención, consideró "necesario que recuperemos la capacidad de discutir sin agravios, sin violencia y con números" y pidió "reconstruir un acuerdo democrático donde las diferencias no pueden ser solucionadas con violencia".
"Me permito desde la experiencia personal hablar de un nuevo acuerdo democrático. La violencia, fundamentalmente que se ha constituido en el agravio, en el insulto, en desear la supresión del otro, sea eliminada", resaltó la ex presidenta.