¿Se puede sorprender a un argentino, amante de la carne, cuando va a comer a una parrilla? CUT Restó, una parrilla gourmet enclavada al pie de la barranca, en el elegante barrio de Vicente López, lo logró.
Un ambiente de madera y hierro con un estilo industrial moderno en dos pisos que dan lugar tanto a una cena romántica o una salida familiar. La parrilla a la vista. Un encargado del salón que nos recibe con simpatía abriendo las puertas de una experiencia donde vamos en busca de esos sabores clásicos, pero con alguna sutileza que los diferencia.
En CUT, todo tiene un toque especial. Los chinchulines son los de siempre, crocantes por fuera y tiernos por dentro, pero acompañados de la acidez de un chucrut que invita a una combinación que el paladar celebra. Las empanadas de ternera, otra gran opción para empezar, suman a su jugoso sabor una masa crujiente con un toque de azúcar glaseada. Y eso fue sólo la entrada.
La carta no es extensa, pero tiene una interesante variedad donde además juega un comodín: “el plato del día”, que es la primera pregunta de los comensales habituales del barrio. Además de la parrilla hay pastas caseras, risotto, pasteles veganos, pesca del día…
Pero fuimos a comer carne. Y nos debatimos entre un tiernísimo ojo de bife o la sabrosa entraña. ¡Los dos a la final!
La camarera te invita a elegir el punto de cocción, para que cada cual disfrute a su modo. A punto para nosotros.
Los platos son abundantes y llegan en una presentación creativa, que combina una fina elegancia en base a elementos rústicos: un eje estético que atraviesa todo lo que sucede en CUT. Así los cortes de parrilla llegan acompañados por un delicado puré de calabaza, y una guarnición de papas fritas rústicas. El ojo de bife, además, viene con tuétano en su hueso; la entraña suma vegetales asados.
La entraña CUT es perfecta. Jugosa y con la intensidad de ese sabor ahumado tan particular del corte. Pero el ojo de bife, ay, ostentando esa terneza en toda su generosa anchura, tiene todo lo que necesitamos en este momento para ser felices.
¿Y después? Que importa el después, dice el tango y es lo que sentimos en medio de ese limbo de satisfacción. Pero si, hay un después, y lugar para los postres. El mousse de chocolate, una bomba de cacao con puré de naranjas amargas, y el flan casero, cremoso y liviano, son perfectos para terminar la comida con una nota dulce.
Los precios de CUT valen la experiencia. Vamos a volver pronto, quizás por unos ñoquis el 29 o un locro en fecha patria. Buenas excusas para regresar a un lugar que agendamos entre nuestros preferidos en la zona norte, cerca de casa.
¿Dónde queda CUT RESTÓ?
Cut Restó esta ubicado en la esquina de Urquiza y Tapiales, Vicente López (mapa). Podés reservar mesa al Whatsapp del 1164600001.
También podes chusmear la carta acá. Y seguirlos en Instagram en @cutresto
