Estamos cada vez más cerca de que el Mundial de Qatar deje de ser un sueño, para que comience a volverse una realidad. La ilusión siempre está presente y se renueva cada cuatro años, pero en esta ocasión se puede percibir que la expectativa va más allá y no es para menos. La delegación argentina llega a la cita mundialista con 35 partidos invictos, una Copa América ganada frente a Brasil y una Finalissima obtenida luego de aplastar futbolísticamente a Italia.
Entre los 26 hombres que representarán la ilusión del país por ganar la copa del mundo, hay cuatro jugadores oriundos de la zona oeste del Gran Buenos Aires. Uno de ellos, convocado a último momento por la lesión de un compañero.
El primero de ellos es Guido Rodríguez, quien nació el 12 de abril de 1994, en la localidad de Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero. El ahora mediocampista del Real Betis comenzó sus primeros pasos en las canchas de baby del barrio, sin saber todo lo que el destino tenía preparado para él.
Desde Saenz Peña, nos trasladamos algunos kilómetros hacia el sudoeste para adentrarnos en el populoso partido de La Matanza. Allí, en la localidad de San Justo creció Leandro Paredes. El volante argentino nacido el 29 de junio de 1994 comenzó a jugar al fútbol de muy pequeño y varios clubes de la zona pudieron disfrutar de su talento. La Justina, de San Justo, fue uno de esos clubes que vio crecer a Leandro, el futbolista visitó la Sociedad de Fomento luego de salir campeón de América con la Selección.
Hay una particularidad muy especial que une desde pequeños a Rodríguez y Paredes, quienes hoy además ocupan el mismo puesto en el planteo de Scaloni en la cancha como marcadores centrales en el mediocampo nacional (uno titular y el otro suplente). Antes de compartir las giras con la selección, jugaron juntos en baby fútbol en uno de los clubes privilegiados por haberlos podido formar: el Club Cristo Rey – José María Bosch de la localidad de Santos Lugares, en Tres de Febrero.
Seguimos recorriendo la zona de La Matanza, pero esta vez para hablar de Gonzalo Montiel, quien nació el 1° de enero de 1997 en la localidad de Virrey del Pino. En su formación como futbolista en las inferiores de River, el lateral derecho debía hacer un largo viaje para ir a entrenar. Su madre era empleada doméstica y su padre albañil, los recursos no sobraban en su casa, hasta que un día tomó una difícil decisión. “Les dije a mis familiares que no aguantaba más y pedí vivir en la pensión de River. Extrañaba y los necesitaba, por más que me hacía el duro. Pero también valoraba y sabía que ahí había más que lo que tenía en casa", recordó el jugador del Sevilla en una entrevista televisiva.
Años más tarde, ese mismo pequeño que dejó todo por convertirse futbolista profesional, iba a tener un mural a pocos metros de la casa de sus padres luego de ser campeón de la Copa América con Argentina, jugando un partido consagratorio. Y pensar que todos aquellos sueños lejanos nacieron allí, en el barrio.
Otro pibe de barrio que estará con la albiceleste en Qatar es Thiago Almada. Desde Fuerte Apache, en la localidad de Ciudadela, había sido tenido en cuenta en un primer momento por Scaloni como carta de reemplazo ante la imprevista lesión de Giovanni Lo Celso. En el mismo barrio nació Carlos Tévez, del que el propio "Guayo" (el apodo de siempre de Almada) es gran amigo y cuya historia inspiró una serie titulada, justamente, Apache.
Luego que el DT se decidiera por otro futbolista para ir en lugar de Lo Celso, el pibe de 21 años quedó en la lista de reserva esperando su oportunidad, que finalmente le llegó a pocas horas del comienzo de la copa del mundo por la lesión de Nicolás González.
"Estar en una Copa del Mundo es lo más lindo que te puede pasar. Estaba en el dentista cuando recibí la citación y me puse muy feliz", confesó Almada, de 21 años, poco después de haber arribado al aeropuerto de Doha procedente de Buenos Aires.