SÓLO TIGRE. El partido del matador desde la mirada de un hincha.
Por Juan Carlos Dall 'Occhio
Remontesé en este mismo momento al instante exacto en que el Rolfi Montenegro empató el partido. Devuelvale por un instante esa sensación al cuerpo. Sentirá, entonces, como se le congelan las piernas, como se le entumecen los brazos, como se le crispa el rostro... si todo eso le sucede es porque tiene una enfermedad mortal.
-¿Por qué siento esto, doctor? ¿tengo algo acaso?
-Sí, señor paciente, usted sufre de ser de Tigre.
Tigre es una enfermedad. Pero no es una sensación mala, créame, pués los síntomas de dolor son los que nos avisan que estamos vivos, si nada sintieramos en el momento en que algo nos afecta el cuerpo o que nos afecta a los sentimientos, estaríamos muertos o seríamos de Platense.
-¿Y tiene cura, doctor?
-Lamento decirle que no.
Tigre es una enfermedad cuya obra social se paga con el sufrimiento, que todos los fines de semana se agrava, que la remisión que se logra en las vacaciones tienen recaída en los comienzos de las temporadas. Es una enfermedad cuyo mededio es el mismo regenerador del virus.
-¿Alguna receta, alguna dieta?
-Sí, nunca deje de alentar, sino se va a morir.
Remontesé ahora al momento exacto en que Facundo Bertoglio, con ayudin del arquero peluquero Giordano metió el segundo. Llevelé al cuerpo el placer de ese momento, revitalice las sensaciones con ese instante… entonces se le desencajará el rostro, le explotarán las venas, le llorarán los ojos. Entonces está vivo, entonces hay esperanza, entonces seguirá en pié hasta que los demonios del fútbol así lo decreten. Y si eso no le sucede, si acaso después de ese instante su torrente energético con explotó como bomba, entonces mejor tomese el 60 hasta Puente Saavedra.