El partido contra Olimpo desde la tribuna.
Por Juan Carlos Dall´Occhio
-¡¡Ruso!!
-¡Pelado, querido!
-¿¿Qué hacés Ruso?? ¿Cómo andas tanto tiempo?? Qué lindo volver a verte en la cancha ¿Cuándo volviste a Buenos Aires?
-El año pasado volvimos, Pela, con toda la familia, y ya nos quedamos acá…
-¡Claro, che! Y te viniste a ver al Matador… Ruso, viejo y peludo nomás.
-Sí, Pelado, imposible no venir a ver a Tigre después de tanto tiempo afuera
-¿Tu jermu? ¿cómo anda?¿sigue con eso de los perfumes?
-No, ahora se le dio por las artesanías, anda bien con eso
- Qué bueno, che ¿Este es tu pibe? Está enorme.
-Sí, Juan Andrés… terminó la primaria ya.
-¡Juan Andrés! ¡Cómo Marvezzi! Grande Rusito, vení vení ¿vamos a tomar un vermucito al bar del gordo para celebrar la victoria?
-¿Sigue abierto Dulcinea?
-¡Sí, claro Ruso! hay cosas que no cambian nunca…
Y así como el Ruso y el Pelado se reencontraron en la platea techada después de diez años sin verse, los hinchas nos fuimos reencontrando después de cuarenta siglos sin jugar en casa (así lo sentí yo). Nos reencontramos con los amigos, con nuestro rinconcito en la tribuna, con las caras conocidas, con los puteadores, con los gritones, con el muchacho de los nerviosos de acero que aunque nos estén cagando a pelotazos en el último minuto, se mantienen firmes con los brazos cruzados; con los vendedores, con los viejitos sonrientes, con el loquito que se pasea por la tribuna cantando y cantando buscando aliento y sin mirar a la cancha; con los pibitos que durante el partido se juegan un picadito en la vereda de la popular imaginándose Chinos, Patos, Pulpos y tantos otros históricos de la fauna Matadora. Nos reencontramos nosotros.
El equipo también tuvo su reencuentro. Muy bien por el Chino, que le dedicó el gol a su amigo el Pato por su cumpleaños, que también lo festejó corriendo a full los 7 minutos que tuvo en cancha. Por un ratito nos reencontramos con un Chimi firme en la marca, y preciso en los pases. A Lucas Wilches de 100 partidos con la azuliroja, sabiéndose la manija y el más creativo de los once, asociado con Itabel que se lanzó con peligro. El Flaco peleando en el fondo junto con Arzura que pone todo en cada pelota (a veces con exceso de temperamento). Algunas caras nuevas que habrá que esperar, como el impreciso Goñi o la sombra de Pelletieri. Y al Negro Rincón que tiene muchas ganas de comerse la cancha entera, con tribuna y banderín incluido… ¡el día que lo haga salgamos todos rajando!
También nos reencontramos con viejos problemas. Los cambios raros de Alfaro, las inexplicables insistencias con los “Lucas” (Janson y Menossi entran siempre, Wilches sale siempre), el equipo que retrocede cuando está arriba en el tanteador, la dificultad de levantar la pelota tan siquiera ¡un metro! en los tiros libres, las malas salidas de García cuando los centros vienen llovidos. Pero así y todo, Tigre se reencontró con la Victoria, y eso es hoy lo más importante.
No nos reencontramos con los escudos históricos detrás de los bancos de suplentes tipo “Championlig” que pintó Tigre Solidario ¿qué sucedió con ellos? Una camiseta nueva, tolerablemente bella pero con los colores más opacos. Una pantalla más grande, pero con la visitante todavía vacía (¿podremos invitar escuelas de la zona, comedores, apoyos escolares y verla un poco más habitada?).
Sábado de reencuentros en la tarde Matadora que nos dio la primera victoria del año, y nos prepara de cara el próximo histórico reencuentro que nos espera el lunes contra el Gasolero de sur… ¿se acuerdan de 3 a 2 en 2004?