Administrar los recursos disponibles para potenciar virtudes y limitar los defectos es uno de los principales objetivos de todos los entrenadores que están al frente de un plantel profesional de fútbol. En esa tarea se encuentra Diego Martínez desde que asumió en Tigre a principios de 2021 y muy bien le ha ido, aunque lo que algunos hinchas cuestionaban hasta hace no mucho eran los constantes cambios de una fecha a otra que resentían el funcionamiento colectivo.
A lo largo del actual torneo, Tigre nunca había logrado repetir la formación de una fecha a otra y recién pudo hacerlo entre el partido ante Vélez (2-0) y el de Gimnasia en La Plata (1-0), sumándose la reciente goleada frente a Aldosivi como tercer encuentro consecutivo repitiendo apellidos. En el medio hubo cambios tácticos (muchos), bajas por lesión y suspensiones que llevaron al DT a modificar nombres y esquemas.
El arquero fue un dilema. Comenzó Gonzalo Marinelli, atajó hasta la fecha cuatro y a partir de la cinco se adueñó Manuel Roffo de los tres palos. La lesión que sufrió con Godoy Cruz hace algunas semanas y su bajo nivel combinados hicieron que Gonza recuperara la titularidad.
La línea de fondo siempre salió de memoria (Lucas Blondel, Víctor Cabrera, Abel Luciatti, Sebastián Prieto) y las veces que no ocurrió fueron por motivos de fuerza mayor (lesiones o expulsiones) que hicieron que tuvieran minutos Martin Ortega, Brian Leizza, Nicolas Demartini, Oscar Salomón y hasta Diego Sosa.
En el medio es donde más rotación hubo y la desafortunada lesión del capitán Sebastián Prediger (un golpe en el cuádriceps que lo obligó a descansar algunos partidos) le "resolvió" las cosas al técnico: el tridente Equi Fernández, Lucas Menossi, Alexis Castro llegó para quedarse, después de haber probado con Cristian Zabala y sin Menossi, con Castro y sin Menossi, con Menossi y sin Zabala, incluso con Agustín Obando a principios del campeonato. Encontró el equilibrio necesario con tres volantes de muy buen pie.
Arriba las cosas se resolvieron solas. Mateo Retegui es el mejor jugador del campeonato y se impuso por encima de Pablo Magnín rápidamente, mientras que Facundo Colidio, una pieza fundamental del esquema, terminó quedándose con el puesto que inicialmente era de Ijiel Protti. ¿De quién es el último lugar? De Blas Armoa, que apareció por sorpresa como titular ante Godoy Cruz (nunca había ido desde el arranque dese que llegó a principios de año) y lleva cuatro goles consecutivos.
Martínez venía jugando siempre con cuatro volantes hasta que la expulsión de Colidio con Huracán le hizo modificar la delantera para ir a Mendoza. Todos creíamos que ingresaba Protti, pero le dio la chance al paraguayo que vino desde Sportivo Luqueño. Y Blas devolvió la confianza con goles, velocidad, explosión y definición, algo que le estaba faltando al equipo. Por eso parece haberse ganado un lugar indiscutido entre los titulares.
Después de mucho trabajo, Tigre tiene una formación que sale de memoria y aceitó a más no poder un funcionamiento que cautiva a los hinchas propios y extraños: un equipo intenso, asfixiante en salida y, por sobre todas las cosas, que busca ser protagonista en todos los sectores de la cancha y en todas las canchas.
