Dieron de alta a la viuda del comerciante asesinado en su casa de San Antonio de Padua

La mujer había recibido heridas de gravedad en la zona cervical durante el asalto en el cual asesinaron a su marido.

silvina andrea petinari
Foto: Silvina Andrea Petinari y Gabriel Izzo, el comerciante asesinado.

La viuda del comerciante Gabriel Izzo, que resultó herida el 9 de junio pasado cuando delincuentes ingresaron a robar a su vivienda de la localidad de San Antonio de Padua y asesinaron a su marido, fue dada de alta tras permanecer más de dos semanas internada.

Se trata de Silvina Andrea Petinari (56), quien en el asalto recibió heridas cortantes de gravedad en la región cervical y además fue golpeada por los asaltantes, tras lo cual fue trasladada al hospital Eva Perón de Merlo.

Tras ser intervenida quirúrgicamente, la mujer, que es hija del propietario de una empresa dedicada a la fabricación de acoplados, volcaduras y semirremolques en Merlo, fue derivada a un sanatorio del barrio porteño de Palermo, donde finalmente fue dada de alta tras permanecer en total 18 días internada, confirmaron a Télam fuentes judiciales y de la familia.

Los voceros añadieron que la viuda de Izzo deberá someterse a un proceso de rehabilitación, por lo que los fiscales a cargo del caso, Marisa Monti y Claudio Oviedo, aguardarán su evolución para tomarle declaración testimonial.

En tanto, los investigadores aguardaban el resultado del análisis del contenido de los ocho teléfonos celulares secuestrados en el marco de la causa por el crimen del comerciante Izzo.

Los investigadores pretenden analizar la información de los historiales de las redes sociales, pero también esperan saber dónde fueron activadas esas líneas en los momentos previos y posteriores al homicidio de Izzo.

"Queremos saber qué antenas captaron la apertura de cada línea y así poder establecer los movimientos de cada uno de los detenidos", dijo a Télam una fuente judicial con acceso al expediente, que tiene detenidos a Walter Rodríguez Sierra (53), alias "El Uruguayo", Gustavo Julio Alberto Mac Dougall (49) y el mecánico Gustavo Damián Potenza.

Por otra lado, los fiscales Monti y Oviedo ya solicitaron la captura nacional e internacional de otros dos sospechosos identificados como Diego Eduardo Correa (25), alias "Tiki" -quien fue herido en una pierda con un balazo disparado por la víctima-, y Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza (30).

Para los investigadores, el "Uruguayo" Rodríguez Sierra es el dueño del auto Volkswagen Gol Power gris que se observa en las imágenes de las cámaras de seguridad en el que fugan los delincuentes.

Ese vehículo, luego, fue hallado estacionado en la puerta de una pizzería de la zona de Castelar, también propiedad de Sierra.

Sin embargo, el detenido dijo en su indagatoria ante los fiscales que él habían vendido ese vehículo a Mac Dougall y que, si bien esa pizzería era suya y un kiosco lindero también, ambos tenían como encargado también a Mac Dougall.

Respecto al hecho, Mac Dougall dijo que no participó, sino que solo se hallaba en su auto Gol Power, y agregó que el otro detenido por el caso, el mecánico Potenza, tampoco participó en el asalto y crimen del comerciante.

El ataque ocurrió el viernes 9 de junio a las 4.20 en una casa de la calle Italia 1077, a pocas cuadras del centro de San Antonio de Padua, donde vivía Izzo, dueño de un aserradero, junto a su esposa Petinari.

Al menos dos delincuentes forzaron una persiana de madera tipo americana de la casa e ingresaron, tras lo cual sorprendieron al matrimonio.

Afuera, según la investigación, otros dos delincuentes los aguardaban dentro de un Volkswagen Gol Power gris como "campana".

Según las fuentes, Izzo se despertó al escuchar ruidos y agarró dos armas de su propiedad que guardaba en su habitación: una pistola Bersa calibre .40 y un revólver .38, y salió de la habitación para ver qué sucedía.

En esas circunstancias, se enfrentó con los delincuentes, quienes le dispararon con armas de fuego y además lo apuñalaron.

La víctima también disparó, aunque solo con el revólver dado que la pistola se le trabó y aparentemente no alcanzó a herir a nadie, añadieron los voceros.

Izzo fue alcanzado por al menos cinco proyectiles y murió en el lugar a raíz de las lesiones de bala y también de arma blanca que los delincuentes le provocaron, mientras que su esposa fue apuñalada y golpeada.

En la vivienda también se encontraba la madre de la mujer herida, Elsa Otruba de Petinari (83), quien resultó ilesa ya que no salió de la habitación.

El informe de autopsia reveló que el empresario recibió cuatro impactos de bala (el mortal en el cuello) y un cotejo balístico que estableció que a Izzo le dispararon con una pistola calibre .380 secuestrada, junto a una Bersa 9 milímetros, en la pizzería "Lo de Cata", situada en Gervasio Pavón al 3500 de Castelar sur, en cuya puerta fue hallado estacionado el rodado en el que se movilizaban los asaltantes.