Hace unas días QUE PASA publicaba la denuncia realizada por la concejal del Frente Renovador en San Isidro, Marcela Durrieu, acerca de la diferencia entre las viviendas construidas en el barrio Martín y Omar (bajo de San Isidro) y las financiadas por el gobierno nacional. “Se financiaron 250 viviendas para el barrio Martín y Omar pero sólo construyeron 44, a pesar de lo que dice la empresa constructora”, afirmó Durrieu (ver nota).
No es la primera denuncia de la concejal del Frente Renovador por el tema de las viviendas sociales en San Isidro. Siendo una de las voces más críticas del possismo dentro del Concejo Deliberante (aún en los tiempos en que Posse y Massa compartían boleta), Durrieu llevó a la justicia el tema por el cual el fiscal federal Jorge Di Lello imputó a Gustavo Posse (ver nota).
Ojo por ojo
El possismo salió al cruce del ataque con otra acusación: el concejal Pablo Fontanet denunció que “Sergio Massa fue socio de Shocklender en la estafa de Sueños Compartidos”.
Fontanet hizo referencia en distintos medios a un informe de la Auditoría General de la Nación que, según indicó, “se destacan las responsabilidades del Ministerio de Planificación y las de Massa, por incumplimientos de convenios, pagos irregulares y falta de control”.
El concejal señaló que el dinero que recibió el entonces intendente, Sergio Massa, fue utilizado para contratar a la Fundación Plaza de Mayo para realizar las obras, mediante un convenio y sin licitación previa. “Esto facilitó evitar las normas nacionales y provinciales que restringen la discrecionalidad en el manejo de fondos públicos”, destacó.
En jurisdicción de Tigre, “Sueños Compartidos” habría construido unas 500 viviendas sociales “pero la mayor parte de las mismas no llegaron a terminarse, no obstante lo cual fueron pagadas como concluidas”, afirmó Fontanet.