Durrieu vuelve a impulsar una normativa local para los boliches de San Isidro

La concejal por el Frente Renovador explicó la problemática en el distrito, luego de la repercusión de la tragedia en Costa Salguero. En el 2014, los concejales del Frente Renovador ya habían impulsado una medida similar.

El incidente que dejó cinco muertos el fin de semana en Costa Salguero reactivó la preocupación por la venta de drogas a jóvenes y sobre la responsabilidad del estado en la regulación de los boliches y festivales.  Marcela  Durrieu, concejal del Frente Renovador, afirmó que  “la tragedia de Time Warp fue un mini Cromañón, otra vez fallaron los controles del Estado, y otra vez estamos frente a situaciones totalmente evitables”.

“Hace años que se comenta que en los boliches y festivales cotiza más el agua mineral que el alcohol, y esto se debe a los efectos que generan las drogas de diseño. Los pibes están expuestos a una especie de combo formado por música, drogas y agua mineral del que todos parecen saber menos el estado; que permite que existan existan boliches y festivales sin condiciones básicas de seguridad para quienes asisten a bailar y escuchar música”, continuó.

En este sentido, Durrieu informó: “En el 2014 hicimos un relevamiento y encontramos que en San Isidro había 27 lugares bailables que no estaban habilitados como tales. Algunos de esos lugares no cumplían ni con los requisitos mínimos edilicios, ni salidas de emergencia y en muchos casos encontramos menores”.

En ese año el bloque de concejales del Frente Renovador presentó un proyecto en el cual se hacía referencia a la ausencia del control y de una normativa local que regule la habilitación y el funcionamiento de los locales nocturnos, "son lugares habilitados como bares, pubs o salones de fiestas que se convierten en boliches; está el que funciona en el Golf de Villa Adelina, están Godoy y Darwin que funcionan en el Hipódromo, está La Curva en Boulogne, o Rufys sobre Segundo Fernández, sólo por mencionar los más conocidos pero hay más; estamos a favor  de que la gente tenga donde ir a bailar, lo que estamos proponiendo es que figuren como boliches y que exista una normativa específica que regule su actividad", explica Durrieu, quien aseguró que volverán a impulsar la iniciativa para que sea tratada por el Concejo Deliberante.

La iniciativa prevé la creación de una normativa específica a nivel municipal y de un organismo de control en el ámbito de la Subsecretaría de Prevención Ciudadana, la instrumentación de controles de alcoholemia en los ingresos y salidas de los boliches, y la instalación de cámaras de vigilancia sincronizadas desde el Centro de Monitoreo y conectadas a la web oficial del Municipio.

“En el municipio no existe ninguna norma de habilitación ni un organismo especializados en el control. La falta de reglamentación hace que aumente la inseguridad de quienes van a bailar”, afirmó Durrieu y agregó: "Kheyvis, Cromañón, Beara, Time Warp; sólo se focaliza en alguno de los aspectos según la tragedia pero nunca se avanzó en una política integral de cuidado".