El presidente de Edenor, Ricardo Torres, explicó que “como los clientes pagaron cuatro meses, por un año recibirán facturas con saldo a favor. Entonces, nadie paga un peso durante doce meses y tenemos que cerrar las cajas. Nos pone eso en una situación gravísima”.
“Esta es una situación insólita y gravísima, que pone en terrible riesgo al servicio”, alertó Torres, en declaraciones radiales.
Según el empresario, “las cosas están en un gran desorden por una serie de sentencias judiciales que han ido para adelante y para atrás con los aumentos. Se producen cosas paradójicas, como que estamos subsidiando a automotrices o a shoopings”.
“Lo insólito es que se va a tener que devolver la plata que pagaron los clientes y con eso Edenor tendría cero ingresos el próximo año”, añadió.
La empresa cree que este panorama le generaría un déficit de caja para de aproximadamente $ 7.000 millones de pesos en el año.
En este marco, Torres puntualizó: “no tendríamos más ingresos por un año, que es el tiempo que tardaríamos en devolver la plata. Sería lo mismo que cerrar las cajas”.
A su criterio, el ajuste tarifario fue “moderado y muy razonable, por lo que no se registraron quejas en las sedes comerciales” de la compañía.
La semana pasada, Edenor envió una nota a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires en la cual advirtió que el fallo que frena el tarifazo pondrá a la compañía “en situación de disolución y pérdida de su patrimonio”.
Edenor cuenta con 2,8 millones de clientes en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Semanas atrás la Justicia declaró nulo el aumento de luz para todo el país (ver aquí).
“El cumplimiento de la medida cautelar llevará a la Sociedad al absurdo de encontrarse sin ingresos operativos, lo que impedirá hacer frente en término de días a los gastos de operación”, aseguró la distribuidora.