El sueño de todo pibe que comienza como músico es llegar a un gran escenario. Algún día, nadie sabe cuándo. Y eso le ocurrió, más temprano que tarde, a Willy Bronca, el artista de José C. Paz que de rapear en los vagones de subte fue dando pasos agigantados hasta que acompañó a Manu Chao en el estadio Obras.
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Los éxitos no paran para Willy. El último de ellos fue a mediados de febrero, cuando rapeó con Manu Chao en el estadio de Obras Sanitarias, un emblema de la música nacional por donde pasaron grandes bandas. Antes, estuvo en las sesiones de FA con Max Urtizberea, cerró el 2023 con un show en la Trastienda y compartió escenarios también con cantantes de la talla de Emilia Mernes.
Lugar donde se lo ponga, lugar donde Willy la rompe. Todo ello, con un hilo conductor: sus letras contestatarias y su postura crítica al gobierno de Javier Milei. La última imagen, quizás, fue precisamente la de Obras, donde subió con una remera con la leyenda La Patria no se vende, y entre sus versos pronunció homenajes a las víctimas de gatillo fácil y a los desaparecidos.
El artista multifacético comunica con sus letras historias de los barrios y las clases populares con conciencia social como por ejemplo en Nunca a la derecha. "Mi música es política y es combativa quiere decir que toma postura", definió en una entrevista con Télam allá por el mes de diciembre.
En sus letras también está presente la salud mental, temática que las nuevas generaciones se animan a conversar y poner sobre la mesa con naturalidad, como en su canción Libre li, de su álbum "H.A.R.T.O" (2022).
"Todo es político, no hay nada que escape a la política. Hasta lo más banal termina es algo político porque somos seres sociales y todo lo que tenga que ver con la sociedad es político", analizó el músico.
"La música en general es política, pero es inconsciente porque no todos se dan cuenta que todo es político porque lo político se asocia con lo partidario y son dos cosas diferentes", finalizó.
