El Directorio del Banco Mundial aprobó dos nuevos financiamientos para la Argentina: US$300 millones destinados a reducir las tasas de abandono tanto en la escuela secundaria como en el nivel superior, y US$150 millones para apoyar un crecimiento urbano planificado que permita un acceso más inclusivo a la vivienda.
“Es una gran satisfacción contar con el apoyo del Banco Mundial para contribuir al financiamiento de la inclusión educativa, así como para poner en marcha un programa de hábitat y suelo urbano para mejorar las condiciones de vida y el acceso a infraestructura y servicios para más argentinos y argentinas”, sostuvo el Ministro de Economía, Sergio Massa.
El proyecto “Mejora de la Inclusión en la Educación Media y Superior por Resultados” apoya el programa nacional de becas Progresar, que actualmente alcanza a 1,4 millones de jóvenes vulnerables con el fin de acompañarlos y estimularlos a finalizar sus estudios.
Por su parte, el Segundo Proyecto de Hábitat y Suelo Urbano se implementará en 40 municipios de todo el país para mejorar las condiciones de vida en 17000 hogares a través de la planificación del crecimiento urbano y la provisión de mejor infraestructura y servicios en villas, asentamientos informales, y áreas degradadas.
“Acompañamos al gobierno de Argentina con inversiones que mejoran las oportunidades de jóvenes y familias vulnerables. Las becas Progresar permiten a muchos jóvenes continuar estudiando en vez de tener que ir a trabajar, mientras que el proyecto de hábitat brinda una solución al déficit de viviendas, mejorando la integración social”, afirmó Marianne Fay, directora del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.
Argentina enfrenta un desafío ya que sólo la mitad de los estudiantes terminan la secundaria en tiempo. En el caso de los jóvenes de sectores vulnerables, únicamente un tercio lo hace. La educación superior tiene una de las tasas de finalización más bajas de la región: solo 29 de cada 100 nuevos ingresantes se gradúan. Además de apoyar el programa de becas, el proyecto de educación prevé fortalecer los sistemas de evaluación de aprendizajes y desarrollar sistemas de seguimiento de estudiantes en riesgo para que los docentes y las escuelas ayuden a prevenir la deserción escolar.
Por otro lado, el Segundo Proyecto de Hábitat y Suelo Urbano busca abordar el creciente déficit habitacional que afecta a 3,5 millones de hogares en todo el país. Para ello, facilitará el acceso a parcelas de tierra en zonas urbanas seguras y ambientalmente adecuadas, y dotará a los gobiernos municipales de instrumentos más eficientes para la gestión del suelo urbano. Además, en barrios vulnerables, se proveerá la conexión a servicios básicos como agua potable, redes de cloacas, gas, y electricidad; y promoverá la integración social con la construcción de infraestructura pública y equipamiento comunitario.
El Programa de Mejora de la Inclusión en la Educación Media y Superior por Resultados es un préstamo de margen fijo, reembolsable en 31,5 años y tiene un período de gracia de 8 años. En tanto, el Segundo Proyecto de Hábitat y Suelo Urbano es un préstamo de margen variable, reembolsable en 32 años y tiene un período de gracia de 7 años.