El futbol tiene muchisimas historias. Historias de clubes, historias de jugadores, historias de partidos o de goles. Pero hay historias que engloban todo eso en una sola. Y son las mas importantes, porque estan reservadas para un selecto grupo de personajes que quedan marcados a fuego en la memoria de los que recorren la historia.
Y Tigre puede jactarse de tener una de esas historias. Un cuento de hadas. Un cuento chino. Del Chino Luna
La cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros, se convirtió en el punto que dio inicio y final, como si todo estuviera planeado desde un principio. Nadie imaginaba que ese gol a Flandria con Tigre en tercera división haciendo de local en otro estadio iba a ser el comienzo de una camino en el que ambos (club y jugador) iban a crecer de la mano, alimentandose mutuamente, necesitandose.
Porque la relacion entre ambos seria tal, que cualquier futbolero asocia a Tigre si escucha decir Chino Luna. No importa en cuantos otros clubes jugó. En donde triunfó, convirtió y enamoró fue en Victoria
Los goles a Platense, Los Andes, Boca, Independiente, River. En Sudamericana, Copa Argentina o Copa de la Superliga. El Chino siempre estuvo ahí. En cada lugar que pisó Tigre, el aportó un gol para que la tribuna pudiera corearlo con un "Ole, ole, ole, Chiiinoo, Chiinoo" tan rutinario y frecuente que todos damos por hecho
Cada camino de un héroe hacia la inmortalidad tiene todo tipo de situaciones. Incluso las feas, los desencuentros, las amarguras. Como los goles a Tigre estando en River, las etapas que se terminaban en busca de otros desafíos, las malas rachas. Pero Luna siempre regresaba. Siempre habia "una vez mas". Y ese sentimiento es el que tenemos que dejae ir hoy. Porque ya no va a haber mas
Luna se va. Quizas no de la forma que queríamos, porque Tigre no está como queremos. Siempre hubo una simbiosis entre ambos que llega a su momento mas extremo ahora. Cuando uno está bien, el otro también, al punto de no saber quien generaba lo del otro.
Todos queríamos que fuera el máximo goleador. Pero no hay que olvidar que el Chino es el goleador absoluto para la mayoria de los hinchas. De los que pueden jactarse de haber visto en cancha a Carlos Ariel Luna, como nuestros papás y abuelos nos contaban sobre viejas glorias pasadas.
Es, y será el ídolo de toda una generación, de una de las etapas mas gloriosas del club. Y eso no se olvida nunca, pase lo que pase. Porque si bien los cuentos siempre se terminan, nunca se olvidan
Por Dario Guadalupe para SOLO TIGRE - QUE PASA WEB