A mediados de julio, personal de la Prefectura Naval Argentina encontró un lobo marino en el kilómetro 67 del río Paraná de las Palmas, cerca de Escobar. El animal estaba decaído, deshidratado y desnutrido, por lo que fue llevado rápidamente a un hospital veterinario.
El lobo marino fue atendido durante dos días por especialistas de la Fundación Temaikèn, quienes lo estabilizaron antes de trasladarlo a Mundo Marino en San Clemente del Tuyú, donde continuó su rehabilitación. Finalmente, el lunes fue liberado con éxito.
El animal permaneció dos semanas en tratamiento en la ciudad balnearia antes de estar listo para regresar a su hábitat. “Cuando llegó, lo estabilizamos con fluidoterapia para hidratarlo y terapia térmica para darle confort. Afortunadamente, mostró buena actitud alimenticia desde su llegada, comiendo pescado del agua por sí solo”, explicó Dolores Erviti, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino.
Mediante análisis de sangre, los profesionales detectaron que el lobo marino presentaba anemia moderada y bajos niveles de proteínas y glucosa, lo que indicaba desnutrición.
A pesar de esto, el animal mostró buena predisposición, lo cual facilitó su recuperación. “Le suministramos hierro junto con el pescado durante una semana para revertir la anemia. Afortunadamente, una segunda extracción de sangre confirmó que los parámetros se habían normalizado. Su buena actitud nos indicó que estaba listo para regresar al mar”, comentó Erviti a Infobae.
Así, los especialistas lograron devolver al lobo marino a su hábitat en el Mar Argentino en óptimas condiciones de salud.
