Javier, padre de Lautaro Pilloud, el joven cadete del Ejército que falleció en el Colegio Militar El Palomar, publicó un sentido posteo en su cuenta de Facebook, donde se mostró destrozado por la muerte de su hijo y dio detalles de la experiencia del joven en el instituto.
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"Quiero escribir esto lo necesito por mi hijo. Yo sé que en el Colegio Militar de la Nación tuvo exigencias físicas propias de la fuerza como lo debe ser para formar personas que van a dar su vida por todos nosotros. Esas exigencias son voluntarias porque uno si no resiste o se da cuenta que no es para uno, puede pedir la baja cuando lo desee, nadie es obligado a hacer nada que uno no quiera hacer", escribió Javier, padre del joven de 21 años.
El chico, oriundo del partido bonaerense de Baradero, se descompensó el pasado lunes 6 de marzo mientras realizaba una actividad del servicio en la institución, de acuerdo a lo que informaron desde el Ejército. Mientras desarrollaba un "adiestramiento físico", que estaba previsto en la currícula del instituto, se descompensó y entró en paro cardiorrespiratorio, tras lo cual le realizaron tareas de reanimación y se lo derivó al Hospital Militar de Campo de Mayo, donde murió al llegar.
Y sumó: "Mi hijo siguió mis pasos por contarles tantas cosas vividas en mi amada Prefectura, y él siempre me decía que su vida era pertenecer a la hermosa institución a la cual perteneció. Yo, cada vez que él volvía de franco, le preguntaba cómo le iba y si le gustaba, y él me decía que amaba lo que hacía. Sus talones estaban muy lastimados por los zapatos baratos que le habíamos comprado y su cadete a cargo muchas veces le pregunto cómo se sentía y con su orgullo de comando le decía que estaba bien aunque así no fuera".
"Yo le decía que si se sentía mal que pidiera ir a sanidad porque apenas ellos pedían los mandaban y eso contado por mi hijo, o que dejara porque nunca lo obligamos a hacer nada que no quisiera", afirmó. "Él decía 'a mí me van a tener que sacar muerto pa'. Porque no aflojó ni abajo del agua. Y así fue como entregó su corazón, su alma y su vida por lo que amaba y por más doloroso que sea tengo que aceptar que mi hijo quiso resistir hasta el final sin darse cuenta que me arranco la vida", expuso.
Por último, cerró: "Debo ser fuerte por mi amada esposa y mi hermosa hija. Al Colegio Militar de la Nación, desde el director hasta los cadetes de primer año, les agradezco toda la atención y predisposición. Mi hijo les entregó el tesoro más preciado, su vida, para formarse cómo un gran soldado que este país iba a tener y hoy ese gran soldado lo tiene Dios. Yo como mortal me queda resignación y sufrimiento de haber perdido a un ser tan hermoso, cariñoso y compañero, amigo del alma era y sos todo en mi vida pa. Te super amo por siempre mi hermoso pa".