Estas vacaciones de invierno llega a los cines argentinos una (no tan) novedad para disfrutar en familia. Se trata de la remake de "The lion king" realizada en su totalidad con técnica de animación fotorrealista. Después del éxito que logró el musical de animación tradicional en la década del 90, Disney nos ofrece en esencia el mismo relato pero "actualizando" la tecnología que le da vida a las imágenes.
Reversionar un clásico es siempre un desafío y esta no es la excepción. Recordemos un poco el argumento: el pequeño Simba huye del reino sintiéndose culpable de la muerte de su padre, Mufasa. En el exilio conoce a Timón y Pumba, que le enseñan a vivir la vida a pleno, según manda su aclamado hit "Hakuna matata". Pero siendo un león adulto su destino se le revela y Simba decide retornar a su tierra para destronar a Scar, su tío malvado que junto con las hienas se apoderó del reino.
La diferencia con el film original radica en que los caricaturescos personajes se han transformado por completo. Ahora se trata de animales que parecen reales, de carne y hueso, a tal punto que no es una exageración ver la película pensando que la misma ha sido filmada íntegramente en África.
En este sentido, los avances tecnológicos en relación al tratamiento digital de las composiciones visuales no dejan de sorprendernos. Pero claro, no todo puede ser perfecto. En esta versión los personajes pierden expresividad y gracia. Si bien el resultado técnico es admirable, el empecinamiento de nuestra era por la fidelidad realista hace que la narrativa pierda frescura, limitando nuestra imaginación.
[vc_custom_heading text="VOY: para compartir en familia una historia que emociona." font_container="tag:h2|font_size:20|text_align:left|color:%233bba18|line_height:1" css_animation="bounceInRight"][vc_custom_heading text="NO VOY: si espero que el “cambio de envase” haya mejorado la calidad del producto." font_container="tag:h2|font_size:20|text_align:left|color:%23b72424|line_height:1" css_animation="bounceInLeft"]
