Nuevamente la realidad le presta argumentos a la ficción. Nuevamente se trata hechos ocurridos en nuestra querida zona norte, "tierra de ricachones" como se describe en la última película de Ariel Winograd. El film recrea uno de los robos más épicos y milimétricamente planeados que se realizaron en nuestro país. Se trata de golpe al Banco Río de Acassuso (Perú y Libertador) que fue noticia aquel 13 de enero de 2006.
Diego Peretti personifica al cerebro del grupo y Guillermo Francella es un ladrón profesional que se suma a la banda para otorgarle todo su carisma. La película se construye a base de acción, comedia y peripecias que deberán sortear los ladrones para cumplir con su objetivo, el golpe más importante de sus vidas. Claro que para hacerlo y que sea exitoso hay que planificarlo como una obra de relojería. Al igual que en el modelo La casa de papel o La gran estafa (Ocean's Eleven) el suspense se basa en cómo terminará resultando el plan. El punto de vista elige la identificación del público con los ladrones, es decir, pertenece a aquellos relatos en los que queremos que a "los malos" les vaya bien.
El presupuesto no escatimó en recursos económicos para una realización con lujo de detalles, tratándose de una mega producción que recreó con extrema fidelidad las locaciones y eventos ocurridos hace casi 15 años atrás. La película cumple además con la regla fundamental de las biopics (aquellas basadas en hechos reales), narrando en sus últimos minutos a través de imagen de archivo como resultó la vida de cada uno de los protagonistas de la historia.