El Senado convirtió en ley el proyecto de suspensión por este año de las PASO con 43 votos afirmativos, 20 negativos y seis abstenciones, en medio de una sesión atravesada por el escándalo que envuelve al presidente Javier Milei por el Criptogate.
La iniciativa fue acompañada por la totalidad del bloque libertario, un sector de senadores radicales, Las Provincias Unidas, casi todo el PRO y otros federales con línea directa con terminales en gobernadores de buen vínculo con Milei. Se plegaron a este lote 11 senadores del interbloque kirchnerista y se replicó así el quiebre de ese espacio, como ocurrió en la votación de la Cámara de Diputados.
Del bloque de Unión por la Patria aportaron su poroto los senadores Guillermo Andrada (Catamarca), Sergio Leavy (Salta), Teresa González (Formosa), Carolina Moisés (Jujuy), Sergio Uñac (San Juan), Juan Manzur (Tucumán), Fernando Salino (San Luis) y los santiagueños José Emilio Neder, Claudia Abdala de Zamora y Gerardo Montenegro.
Entre los 20 negativos, destacaron Francisco Paoltroni (Formosa); los radicales Flavio Fama (Catamarca), Martín Lousteau (CABA), Maximiliano Abad (Buenos Aires) y Pablo Blanco (Tierra del Fuego). En tanto, los senadores más cercanos a la ex presidenta Kirchner también fueron por la negativa, como José Mayans (Formosa), Anabel F. Sagasti (Mendoza), Oscar Parrilli (Neuquén) y Juliana Di Tullio (Buenos Aires), entre otros.
De esta manera, la oposición dialoguista y un sector del peronismo le otorgaron un triunfo institucional al Gobierno.
Los principales argumentos en contra del cambio en la reforma pasaron por el presunto debilitamiento democrático e hicieron foco el en ahorro que significará la medida, que fue uno de los argumentos centrales con los que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, impulsó la iniciativa que, en principio, era más ambiciosa y pretendía la eliminación de las PASO.
Uno de los discursos más encendidos lo esbozó Blanco, que hasta cuestionó el estado de la democracia en la administración mileísta. El legislador consideró que las PASO son un sistema válido para "que cualquier ciudadano pueda presentarse a consideración de la ciudadanía sin contar con la estructura de un partido". En esa línea, se quejó por el intento de la modificación y afirmó que el Gobierno rompió con la "tradición democrática" de no modificar las reglas del juego en año electoral. "No sé en qué punto estamos en un sistema democrático", sentenció.
Andrada, quien responde al gobernador Raúl Jalil, aliado de Milei, salió en defensa del proyecto: "El gobernador ha manifestado que la considera una encuesta cara y que los partidos políticos tienen que definir su candidatura; yo también estoy de acuerdo con eso. Vamos a acompañar todas las medidas de austeridad para el país", expuso.
Por su parte, Abad argumentó contra la suspensión al sostener que las primarias "ordenan la competencia electoral y posibilitan acuerdos entre partidos políticos heterogéneos". "Voy a seguir trabajando por un sistema electoral transparente, que optimice recursos y empodere a los votantes, tal como lo hicimos con la Boleta Única", abundó.
Otro de los discursos más encendido lo esbozó Paoltroni en defensa de las PASO: "Han sido una gran herramienta. Le han servido al presidente para llegar. Nunca estuvo en la agenda de La Libertad Avanza (LLA) suspender las PASO. Esto es la casta de la casta. El presidente tiene que dejar de escuchar los cantos de sirena", remarcó.
La defensa central del proyecto por parte del oficialismo la hizo el jefe de bloque, Ezequiel Atauche, quien planteó que "desde que existen las PASO, casi no hubo primarias. Las elecciones estuvieron llenas de primarias ficticias hechas para legitimar a los dueños de las lapiceras. No es responsabilidad de los ciudadanos financiar nuestras disputadas internas".
"Esto es parte de un proceso de transformación histórico que venimos haciendo desde el Gobierno y de empezar a cuidar el bolsillo de los argentinos. Es momento que paremos de gastar y abusar de los impuestos de los argentinos", finalizó Atauche.