En el marco de la devaluación y el contexto inflacionario, las cámaras empresariales de colectivos que forman parte de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) redujeron en un 50% sus servicios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La situación se enmarca en dos motivos: en primer lugar, el congelamiento del boleto desde el pasado mes de agosto. Y en segundo término, la disparada de costos que comenzaron a verse luego de la asunción presidencial de Javier Milei y las medidas otorgadas por su ministro de Economía, Luis Caputo.
El achicamiento de los servicios de colectivos dentro del territorio que compone la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense comenzó a regir este sábado 23 de diciembre. Sin embargo, empezará a notarse con mayor impacto recién el martes 26, una vez finalizado el feriado largo por la Navidad.
En ese sentido, según explicó el vicepresidente de AAETA Luciano Fusaro en diálogo con Página 12, "se va a tratar de preservar el servicio normal durante la hora pico, para que no se afecte tanto a los usuarios".
De acuerdo a lo explicado por el dirigente, la medida de fuerza se originó a la postre de una reunión entablada con el flamante ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, y luego con las cinco cámaras empresarias que nuclean dicha asociación.
“Hemos tenido algunas reuniones con el ministro de Infraestructura, a quien le advertimos que esto iba a pasar porque como hay un congelamiento tarifario y las cosas aumentan, nos es imposible sostener el servicio”, manifestó Fusaron en declaraciones a Infobae.
Fusaro expresó que debido a que los ingresos tarifarios se encuentran paralizados desde agosto, tanto la devaluación de diciembre como el incremento del gasoil generaron que hoy en día el costo de trasladar a un pasajero en el AMBA, sin subsidio, ronde cerca de 800 pesos.
"No hay forma de que los empresarios sigan operando", sentenció el dirigente, quien a la vez no ofreció precisiones sobre cuándo podrían normalizarse los servicios.