Martín y Constanza, una pareja de jóvenes fue secuestrada el domingo en el barrio de Núñez, cuando estaba llegando a la casa de uno de ellos. Los captores comenzaron a negociar con los familiares de ambas víctimas, exigiendo el pago de una millonada como rescate para liberarlos.
Fueron varias horas de incertidumbre, hasta que se enteraron que los chicos habían sido internados en un hospital. El joven le había arrebatado el arma a uno de los secuestradores por miedo a que los mataran. Y mientras él y su novia corrían desesperados, los balearon. El chico está fuera de peligro, pero recibió disparos en un hombro y una mano.
Las primeras novedades sobre los chicos llegarían recién casi dos horas más tarde. En medio de la angustia de ambas familias, que no recibieron ninguna llamada más de parte de los captores, la chica reapareció por teléfono. Ella y su novio estaban internados en el hospital de Vicente López.
La banda había regresado con ambas víctimas y a la altura de la localidad de Villa Martelli, en Agustín Alvarez y Franklin, decidieron bajarlas del coche y dejarlas ir.
En ese momento, Martín, que había escuchado infinitas veces cómo iban a matarlos si algo salía mal, se asustó y reaccionó. El joven forcejeó, le arrebató el arma a uno de los secuestradores y junto a Constanza empezaron a correr. Los captores le dispararon con una escopeta.
Ayer Martín estaba fuera de peligro, pero herido de dos tiros. También tenía golpes en la cabeza y en el rostro. Ella tenía algunos hematomas en la espalda.