En el marco de la Ley Nacional 27.350 que designa el cultivo de cannabis con fines medicinales a organismos gubernamentales, se desarrollarán estudios e investigaciones en la materia en Escobar.
Así se anunció por parte del municipio luego de que el intendente Ariel Sujarchuk y la presidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Susana Mirassou, firmaran un convenio.
El proyecto estará coordinado por el INTA mientras que la Municipalidad de Escobar aportará insumos, infraestructura y el predio donde se llevará a cabo la investigación. Una vez que se extraiga el aceite o tintura de cannabis, será enviado al CONICET para analizar las cantidades y las calidades del producto.
En tanto, el cultivo se realizará en tres contenedores climatizados para implementar un sistema hidropónico, que es un método en el que no se utiliza sustrato sino minerales disueltos en agua. A su vez, el sistema estará controlado a través de microprocesadores de acceso remoto, con el objetivo de asegurar las condiciones ambientales óptimas para la especie a cultivar. Ademas, antes de comenzar con el cultivo, se realizarán varios ensayos para determinar la iluminación y la fertilización más apropiada para este sistema.
“Es un desafío científico sumamente importante porque si los estudios que se realizan en nuestro distrito son positivos ayudarían a mejorar la calidad de vida de muchas personas. Quiero reconocer a Susana y a todas las autoridades del INTA por el gran trabajo que viene realizando la institución y por la posibilidad que nos brindan de avanzar en este trabajo conjunto”, manifestó Sujarchuk.
Por su parte, Mirassou expresó: “Con el Municipio de Escobar ya venimos trabajando en mejorar la calidad del ambiente y en la producción de alimentos agroecológicos. Agradecemos al intendente Sujarchuk y a todo su equipo por esta nueva iniciativa que permitirá ayudar a muchas familias”.
En el mundo, las propiedades del cannabis medicinal están bajo estudio permanente. Algunos de sus beneficios y usos terapéuticos se vinculan a reducir la inapetencia, las náuseas y los vómitos producidos por la quimioterapia, además se ha detectado que es efectivo para tratar el autismo porque mejora el comportamiento y las capacidades comunicacionales, así como el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/SIDA u otras enfermedades.