“¡Tenemos que hacer un torneo como el de Vasco!” Es una de las frases que más se escucha por estas horas en Victoria o donde se crucen 2 hinchas de Tigre y compartan su preocupación por la situación del equipo en relación a los promedios. Es que en aquella temporada 2011/2012, después de que descendieran 4 equipos (entre ellos River), Tigre arrancaba, al igual que hoy, último en la tabla de los promedios y teniendo que hacer un gran torneo para lograr mantener la categoría. Y lo logró.
Una diferencia fundamental, entre entonces y ahora, es la cantidad de descensos: hoy son cuatro mientras que en el 2012 descendían 2 directos y 2 iban a promoción. Otra es que los ascensos fueron 4, y todo hincha esperanzado coloca expectativas en que los recién ascendidos, que no dividen sus puntos, sientan la adaptación a primera y sean rivales poco competitivos.
Al comienzo del Clausura 2011, Tigre tenía al rival directo más cercano a salvarse a 5 puntos. Pero más complicado estuvo al término del semestre, cuando quedó a 9 puntos, y de un grande como San Lorenzo, con 19 fechas por delante.
Y en ese gran primer semestre del 2012, Tigre no sólo logró descontarle 11 puntos a San Lorenzo, sino que también le descontó 25 puntos a Banfield, 23 a Olimpo y 14 a San Martín de San Juan, que quedaron por debajo del Matador que se salvó hasta de la promoción.
Hoy Tigre debe superar a 4 rivales en 25 fechas. Sin contar la suerte que pueden tener los ascendidos, el mas próximo a salvarse está a 14 puntos. Los números fríos dicen que la situación es bastante más complicada que al comienzo de la temporada 2011/12 y aún también más compleja, si se compara con el comienzo del 2012, el momento en que Tigre había estado mas comprometido.
Pero también es cierto, que una temporada “como la del Vasco” descontando esa cantidad de puntos a rivales directo, bastaría para salvarse. Y si lo hizo una vez...
Después quedará el análisis del los planteles, entonces y ahora. Un chino Luna intratable, Román Martínez, Orban, un gran Cachete Morales son algunos de los nombres que la memoria del hincha trae, de aquella temporada inolvidable.
Pero lo claro es que, hoy como en el 2011, Tigre encara una temporada complicada, con poco margen de error, donde además de la propia suerte, dependerá mucho de la suerte de sus rivales directos.