Efectivos policiales disfrazados de enfermeros y otros camuflados entre las personas que hacían cola para ser vacunados contra el covid configuraron una escenografía de película en el Museo MAR de Mar del Plata, donde se ubica una de las postas de inoculación en la ciudad.
Allí sorprendieron a un sujeto llamado Alejandro Javier Salaverry Gabarian, quien tenía horario asignado a las 11 de este domingo, sobre quien pesaba pedido de captura desde hace tres años por tentativa de homicidio a un vecino en la localidad de Parque San Martín, partido de Merlo, al que había atacado con un machete. En 2018, lo golpeó y le produjo cortes en la cabeza, hecho por el cual fue imputado en una causa por tentativa de homicidio y lesiones.
Pero, además, traía como antecedente haber matado a un cabo de la DDI de Mar del Plata en 2003, lo condenaron en ausencia y, como no lo encontraron, el cumplimiento de prisión prescribió. Por este crimen, Salaverry permaneció prófugo por más de 15 años, pero el miedo al coronavirus lo llevó a perder los cuidados que debe tener una persona en esa situación, y cayó en las últimas horas.
La víctima del homicidio fue el cabo primero Cristian Agusti, efectivo de la DDI local, y Salaverry había logrado darse a la fuga para recién reaparecer al consumar el delito en el partido de Merlo, por el que era intensamente buscado.
La Dirección Departamental de Investigaciones logró dar finalmente con su paradero gracias al hecho fortuito de que quedó registrado por haberse anotado voluntariamente para recibir la vacuna y sólo así pudo ser detenido, en el marco de la nueva causa que tramita la justicia de Morón.