¿El peronismo después de un año sigue discutiendo por qué perdió y de quién fue la culpa?
Me parece que estamos en una etapa de empezar un proceso de reconstrucción, renovación de nuestra identidad política. Estamos lentamente aprendiendo de los errores cometidos. Para mí errores estratégicos. Yo no soy de los creen que el año pasado se perdió por cuestiones tácticas o electorales, que tienen que ver con una elección o un candidato. Hoy se ve con el diario del lunes que había cuestiones coyunturales insertas sobre todo en los sectores populares, que siempre han sido la base de sustentación del peronismo y de todo este proceso de los 12 años que condujo primero Néstor y después Cristina. Claramente había un nivel de cuestionamiento con determinadas políticas o formas de liderar y conducir que terminamos algunos reconociéndolo el mismo día de la elección, dándonos cuenta que la situación era muy distinta a lo que nosotros imaginábamos. Eso generó como en el ´83 y ´99 una fuerte crisis dentro del peronismo que tuvo que ver con pases de factura, autocriticas.
había un nivel de cuestionamiento con determinadas políticas o formas de liderar y conducir que terminamos algunos reconociéndolo el mismo día de la elección, dándonos cuenta que la situación era muy distinta a lo que nosotros imaginábamos
Yo creo que a grandes rasgos el proyecto iniciado con Néstor fue magnífico, pero obviamente tuvo sus situaciones negativas que se vieron plasmadas en 2015. Básicamente hemos perdido la credibilidad en un sector importante, en lo que nosotros representamos como peronismo, que son los sectores populares. Ahora lo que tenemos que hacer, en primer lugar, es entender como volver a representar a esos sectores que dejaron de acompañarnos, ese es el debate que debemos llevar adelante dentro del peronismo, muy parecido al de la Renovación Peronista de 1985.
La discusión que se viene ahora tiene que ver con encontrar la mayor unidad posible. Personalmente creo que esa unidad debe resolverse a través de elecciones internas, donde se pongan en juego las habilidades para conducir, las referencias de cada uno, que puedan de alguna manera volver a representar la idea de un peronismo aggiornado a los nuevos desafíos a nivel nacional e internacional, pero también que vuelva a seducir mayoritariamente al pueblo argentino.
La palabra clave parece ser la unidad. Pero en cambio lo que se observa en el Peronismo es un proceso signado por la dispersión, que comienza después de las elecciones del 2011: Primero fue la CGT, luego los sectores que conformaron el Frente Renovador; y después de la derrota en el 2015 hubo una explosión donde se ve al kircherismo duro por un lado, los gobernadores por otros, los intendentes bonaerenses por otro, el movimiento evita. ¿Ves una verdadera vocación por la unidad en estos sectores?
Creo que hay matices. Por ejemplo los sectores del Frente Renovador: claramente Sergio Massa no manifiesta, desde ningún punto de vista, un interés por volver al peronismo. El ya ha conformado una fuerza política, es una alternativa al peronismo. Pero si veo dirigentes del FR como el caso de Felipe Solá que tienen esa vocación de unidad, en el caso de los intendentes sucede lo mismo. Y en el caso de los sectores más vinculado al kirchnerismo también. Lo cierto es que el principio de unificación tiene que ser el peronismo, no lo electoral. Porque no vamos a resolver el problema de fondo. Y el problema de fondo es volvernos a constituir una alternativa peronistas para el 2019.
el principio de unificación tiene que ser el peronismo, no lo electoral
Lo primero que hay que pensar es si queremos como peronistas que el proyecto y la causa histórica del peronismo vuelva a gobernar la Argentina a partir de 2019. Si es así, lo que nos merecemos previamente para resolver el problema del liderazgo es una interna del peronismo. Posteriormente viene el frente electoral. No podemos dirimir nuestra propia reestructuración del PJ con la participación de otras fuerzas políticas, esa es la gran diferencia. Los problemas del PJ los tiene que resolver el PJ, democratizar y legitimar el liderazgo a partir de elecciones internas. Después de eso pensaremos en el frente electoral para el 2017.
Vuelvo a la vocación por la unidad. Uno ve al Kirchnerismo más duro, al cual cuesta imaginarlo acompañando algo que no lidere, acusando de traidores a gobernadores o intendentes que se sientan a negociar con el gobierno de Macri. Y por otro lado, ve sectores que dicen “con el Kirchnerismo dentro no”. Puntualmente sectores del peronismo bonaerense que los señalan como “los que perdieron” y buscan afirmase, sobre todo los que están al frente de Municipios como “los que ganaron”, interpretando que el pueblo ya eligió, y lo que viene debería excluir a los que fueron derrotados.
Es una tensión que existe y que es difícil de resolver. Mi respuesta a eso es: peronismo. Entender que para encontrar la mayor unidad posible hay que tener la humildad de entender la derrota y de poner posiciones extremas, y encontrarlos en un punto en común. Ese punto en común que nos tiene que unir es la necesidad de reconstruir un proyecto nacional y popular a través de los lineamientos de nuestra causa histórica. Si prima la pelea por la definición electoral de candidaturas para el 2017, es muy difícil encontrar ese marco de unidad. Por eso más que una cuestión coyuntural, el problema estructural es entender cómo el peronismo vuelve a representar a los sectores que lo han abandonado en la última elección, y para eso se necesitan actos de grandeza y humildad.
Acá en el HCD de San Isidro somos tres concejales que representamos esta divisiones que vos planteas y lo que nos une es la vocación de tener un proyecto alternativo al de Gustavo Posse.
Personalmente junto con Santiago Cafiero, nos toca transitar junto a los intendentes. Estamos más cercanos a los intendentes porque pertenecemos a un distrito, tenemos una construcción territorial de hace un montón de años. Y los dirigentes que tenemos mas cercanos son los intendentes. Acá en el HCD de San Isidro somos tres concejales que representamos esta divisiones que vos planteas y lo que nos une es la vocación de tener un proyecto alternativo al de Gustavo Posse.
Creemos que más allá de las diferencias, la misión del peronismo tiene que ser una alternativa del poder ante un modelo político, económico y social excluyente como es la administración de Mauricio Macri. No nos hemos equivocado desde ningún puntos de vista de las cosas que iba a realizar Macri desde que asumió la presidencia: este es un proyecto de ajuste, que va a terminar con represión porque no cierra de otra manera. Contra eso, ¿vale la pena estar discutiendo candidaturas? O tendríamos que estar discutiendo como logramos la mayor unidad posible para el 2017 hacer una buena elección y recuperar el gobierno en el 2019.
En San Isidro, ¿cómo ves el escenario electoral para el peronismo?
El peronismo en San Isidro sigue siendo la segunda fuerza en el distrito en términos electorales, cerca del 21% del electorado. En el HCD hay un sistema de distribución de bancas que hace que hoy el peronismo tenga mucho menos concejales en función de la cantidad de votos que sacó.
El peronismo en San Isidro sigue siendo la segunda fuerza en el distrito en términos electorales, cerca del 21% del electorado.
Pasamos el peor momento que fue el 2013, la estrategia de ir divididos en el distrito nos perjudicó seriamente. Y rompiendo con la vocación de ir a internas. Siempre digo que San Isidro es el distrito de la renovación peronista por excelencia, no solamente porque vivió Antonio Cafiero acá, sino porque siempre ha sido un municipio en el que el PJ ha dirimido en internas sus candidaturas. Hoy hay una diversidad de sectores. Para nuestro sector, Santiago Cafiero sigue siendo nuestro candidato por naturaleza para competir en el 2017, lo ha hecho dos veces consecutivas. Algo histórico en San Isidro. Eso habla de valores y construcción de un liderazgo importante en manos de Santiago, para nosotros es la mejor alternativa.
Una de las cosas que le hizo muy mal al peronismo el año pasado es que existieran sectores del frente electoral que directa o indirectamente jugaran en contra de Algunos candidatos del FPV.
Después hay distintos sectores que también van a querer competir. La forma de resolverlo será con internas. Hay que oxigenar el peronismo, no hay que ponerle ningún tipo de restricción. Los liderazgos se legitiman en la voluntad popular en este caso de los afiliados y quienes voten en la primaria en la interna del peronismo. Tenemos que tener apertura Pero el criterio de apertura se tiene que dar una vez que hayamos discutido el problema del liderazgo interno.
Una de las cosas que le hizo muy mal peronismo el año pasado es que existieran sectores del frente electoral que directa o indirectamente jugaran en contra de nuestros candidatos del FPV. Y todos sabemos que fue así, basta mirar los resultados electorales en San Isidro hoy y ver qué categorías sacaron menos votos. Eso no se tiene que volver a repetir.
Yo soy de los que piensan que cuando se pierde o gana una elección, el que gana conduce y el que pierde acompaña, lo he hecho toda mi vida. Me parece que esas son las cosas que hay que empezar a recuperar de nuestra identidad como peronistas. No nos tiene que volver locos el 2017 y anteponer la decisión de las candidaturas a resolver el problema de la identidad del peronismo.
Fuente: Ariel Gómez Barbalace para www.quepasaweb.com.ar