Cincuenta niños con capacidades especiales se encuentran sin escuela. El concejo escolar les prometió mejoras, derribó su antigua Escuela, y ahora culpa a la provincia de no enviar el dinero para terminar las obras. El viernes se “festeja” el aniversario de obras que prometieron realizar en 180 días.
Por Juan Del Pino
“Donde encontramos un agujerito, un huequito, ahí estamos nosotras machucando con el tema de la escuela. Porque si nosotras no lo hacemos, no lo hace nadie. Si nosotras no defendemos el derecho de nuestros hijos, no lo hace nadie”, cuenta Mabel con voz firme. Su hijo Ale tiene once años, anda en silla de ruedas y hace un año que comparte un aula prestada junto con otros 32 compañeritos que tienen distintas discapacidades.
El edificio donde funcionaba la escuela 504 se encuentra en Fondo de la Legua 48, a pasos de la Av. Márquez en Las Lomas de San Isidro. Hasta hace un año allí cursaban unos 50 alumnos con distintas discapacidades. El 31 de mayo del 2012 la escuela fue cerrada porque comenzaron a realizarse unas refacciones que no deberían haber tardado más de 180 días, como explica el cartel de obra que todavía cuelga en sus rejas con las firmas del gobernador Daniel Scioli y el intendente Gustavo Posse. Sin embargo, este viernes se cumplirá un año desde que el edificio de la escuela fuera clausurado.
Hoy 30 niños con distintos tipos de discapacidades asisten a clases en un aula de 3x4 prestada por un jardín maternal de la zona. Las instalaciones del jardín lógicamente no están preparadas para esta situación: un camino de acceso donde se traban las sillas de ruedas, un aula que es excesivamente pequeña, baños químicos y juegos que no están acondicionados, son algunas de las precariedades que estos más de treinta niños sufren todos los días. Por estas condiciones edilicias la mayoría de los alumnos no puede pasar más de una o dos horas por día en la escuela, mientras que unas 20 familias han decidido directamente no enviar a sus hijos a clase.
“¿Sabés a qué me hace acordar? Antes cuando alguien tenía un hijo discapacitado lo escondían, lo ponían en la piecita del fondo… Bueno, a mí se me hace que es lo mismo. Yo no sé si el día de mañana mi hija va a aprender a escribir, o multiplicar y dividir. No lo sé. Lo que quiero es que en su estadía en esta vida sea feliz. Que pueda compartir con sus compañeros, que tenga un aula linda, pintada, que pueda jugar como los otros chicos. Yo lo único que quiero es la felicidad de mi hija”, confiesa Valeria emocionada, mientras tiene alzada a su hija Lúa, quien tiene diagnosticado Síndrome de West controlado y un retraso madurativo.
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Jardín y juegos adaptados que utilizaban los niños hace una año, hoy tirados en el fondo de la construcción parada. |
Los funcionarios de la Provincia y el Municipio se pasan la pelota unos a otros, y nadie parece hacerse cargo de los derechos vulnerados de estos chicos y sus familias. Para evitar que el gobernador y el intendente se deslinden de responsabilidades, estas madres se encargaron de hacerles llegar sendas cartas contándoles su situación. “Con Mabel le dimos una carta en mano al gobernador Scioli, explicándole el problema de nuestros hijos. Llorando le di la carta, llorando porque me da cosa que no les importe la vida de nuestros hijos. Llorando fui también al Concejo Escolar ¿Sabés lo que hicieron? Nos palmearon los hombros y nos dijeron que se iban a ocupar… Nadie se ocupa de nada”, relata Valeria, quien agrega “si yo tengo dinero para cambiar una ventana, no tiro la casa abajo. Teníamos una escuela hermosa, con un jardín hermoso, con juegos adaptados para nuestros hijos. Nos prometieron mejoras y claro, aceptamos. Pero hace un año que estamos sin escuela y nuestros chicos, que necesitan un lugar adaptado a sus necesidades, están prácticamente desescolarizados”.
Las respuestas todavía no llegan, y estos chicos siguen padeciendo día a día la desidia de funcionarios que parecen tener otras prioridades. La responsabilidad del Estado en este problema excede la falta de presupuesto. Para seguir luchando por los derechos de sus hijos e intentar encontrar alguna solución por parte de las autoridades distritales o provinciales, las madres de la 504 “festejarán” este viernes el 1er año desde que las obras fueran iniciadas. La celebración será con tortas, globos y canciones, a partir de las 15:30 en la puerta de la escuela clausurada. Este será, un triste cumpleaños.