En el partido de Tigre, la empresa despidió a más de treinta trabajadores. QuePasa dialogó con Carlos Zerrizuela, delegado de la empresa, para analizar el panorama de movilizaciones, bloqueos de la planta y sus consecuencias.
[quote_left] Las patronales están presionando para imponer sus condiciones, en la puja que tienen frente al gobierno Nacional por la suba del dólar"[/quote_left]El fin de semana, trabajadores del Frigorífico Rioplatense, ubicado en avenida Perón al 2800, del barrio de General Pacheco, pararon sus actividades y se manifestaron frente a la empresa para reclamar ante despidos realizados por la patronal.
Carlos Zerrizuela, uno de los delegados de los trabajadores del frigorífico, dialogó con QuePasa y explicó la situación: “Mediante una asamblea decidimos movilizarnos y bloquear la fábrica, con el fin de visibilizar el conflicto y pelear por la reincorporación de los compañeros. Y ya el lunes, nos citaron al Ministerio para dialogar”.
El pasado lunes al mediodía se dictó la conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo de la Nación, y mañana será la segunda audiencia. Son más de treinta los trabajadores despedidos, que ahora están reintegrados a la planta debido a la conciliación por un período de 15 días hábiles, tal como lo establece la ley, con una posible prórroga de 10 días más, pero sin una solución definitiva aparente.
[quote_right]Los despidos responden a una ofensiva de presión en conjunto de las patronales de la carne"[/quote_right]“Hay cuatro de los despedidos que son de planta permanente y el resto son de contratistas. A la reunión de mañana también van a concurrir las otras dos empresas para intentar acercar posiciones, aunque calculo que serán mismas las que expusieron el lunes”, dijo Zerrizuela, quien añadió que “la empresa nos dijo que se vieron en la obligación de tomar esa decisión, como dicen siempre”.
“Tenemos reuniones en la planta con la patronal al menos dos veces por semana, ahí empezaremos a confeccionar algún esquema de acuerdo, porque buscamos reincorporar a los compañeros. No estamos cerrados a la negociación”, afirmó el delegado.
Sobre la situación actual de la empresa, Zerrizuela dijo: “Los despidos fueron preanunciados, y las patronales están presionando para imponer sus condiciones, en la puja que tienen frente al gobierno Nacional por la suba del dólar, entre otras problemáticas. Somos el jamón del sánguche en esa negociación.”
"La empresa plantea problemas con la exportación de los productos y dice que tiene que producir menos, pero, sin embargo, en este último tiempo, como muchas empresas frigoríficas, fue una de las que se concentró y sumó un sector de envasados. Los despidos responden a una ofensiva de presión en conjunto de las patronales de la carne", profundizó Zerrizuela.
El frigorífico comercializa principalmente carne a grandes cadenas de supermercados mayoristas y minoristas, pero también se dedica al mercado de exportación, y a la venta de cuero y cebo, que, según el delegado, “bajó en estos meses, aunque no es la actividad principal de la planta, pero se agarran de esa baja en la rentabilidad para justificar las medidas de ajuste”.