Sebastián Galmarini es el actual vicepresidente 2º de la Cámara de Senadores, un referente del Frente Renovador en la Provincia y del peronismo en la zona norte.
-¿Qué balance haces de la gestión de Mauricio Macri en estos primeros dos meses?
-La gestión de Mauricio Macri en este inicio tiene luces y sombras. En materia económica ha tenido algunos aciertos con la salida del cepo, que no se produjo esa tan mentada estampida con el dólar, tuvieron medidas acertadas como la salida de las retenciones. Argentina necesita revisar el enorme déficit fiscal y comercial que dejó la última gestión, para volver al viejo verdadero modelo que era de superávit gemelos y que nos permitió en algún punto reducir el nivel de endeudamiento externo y tener una economía más equilibrada. De todas maneras vemos con preocupación la forma en la que se salió tomando esas decisiones, desde el Frente Renovador hubiéramos segmentado la salida de subsidios, no hubiéramos tenido una decisión tan drástica en materia de suba de tarifas de servicios públicos, probablemente hubiéramos segmentado la salida de las retenciones al mercado agroexportador y en algún sentido eso hubiera atenuado el impacto inflacionario. De ninguna manera vamos a avalar que el costo lo paguen los trabajadores. Tampoco podemos endilgarle a una gobierno que lleva 60 días un proceso inflacionario y devaluatorio que viene de tres años atrás con niveles muchos más altos incluso de los que vivimos en este período. En materia política todavía están acomodándose, una alianza con cierta fragilidad entre distintos partidos y que eso hace que en algunas áreas tomen decisiones muy apresuradas y en otras con mucha mayor lentitud. Hay que darles tiempo y hay que acompañarlos por el bien de la Argentina.
-El gobierno alienta a consumir menos para no sentir el impacto de los precios, ¿Se puede llegar a pensar en un “enfriamiento” de la economía si el consumo se ve afectado?
-Han tomado todas medidas en un sentido y preocupa que no tengan la temperatura de un impacto social sobre la devaluación, inflación, eliminación de retenciones, salida de subsidios a los servicios públicos, aumento de tarifas, es un combo complejo, y sin duda el proceso de discusión paritarias que se está iniciando va a tener una enorme sensibilidad. Por el momento no he escuchado hablar de enfriamiento de la economía, en todo caso lo que tenemos que tener en claro es que en la Argentina se necesitan ordenar las cuentas, encontrar un nuevo equilibrio macroeconómico y que en todo caso entender que la sustentabilidad que dejó Cristina Fernández de Kirchner era irremediablemente de corto plazo.
-¿Qué rol cumple en este nuevo mapa político el Frente Renovador?
-Somos opositores, que no significa ser enemigos. Ser adversario es confrontar sobre aquellas cosas en las que no tenemos acuerdo, lo hemos demostrado en estos días por ejemplo con el envío del decreto a la designación de los nuevos jueces de la Corte, nos pareció bien que haya retrocedido el presidente Macri y envíe los pliegos al Senado. Vamos a marcar una agenda propia en temas que creemos que la Argentina necesita como la lucha contra el narcotráfico, eliminación del impuesto a las ganancias, el necesario reacomodamiento del ingreso de nuestro jubilados y pensionados, el 82% móvil. Hay muchos temas en agenda que todavía no están en discusión, pero insisto que la oposición por oposición misma no es buena ni para el sistema político ni para la dirigencia, pero principalmente no es buena para la Argentina.
-¿Con qué Provincia se encontró María Eugenia Vidal?
-El gobierno de Daniel Scioli ha sido el peor de la historia de la Provincia de Buenos Aires, ha dejado una deuda inexplicable, tomando fondos del Instituto de Previsión Social, de la obra social IOMA, de fondos del Banco Provincia, vaciando las cajas de jubilaciones de policías. Nadie esperaba que utilicen el Estado bonaerense de la manera en que lo han hecho, solo para ponerlo en función de la compaña electoral. La provincia tiene claros problemas estructurales que también hay que atender, vamos a trabajar en algunos de ellos como la recomposición de ingresos vía coparticipación, en la recomposición de los recursos que durante algunos años tuvo la provincia como el fondo del conurbano y además en algunas otras variables que todavía estamos manejando para presentarle a la gobernadora. En materia de gestión, invertiría la pregunta: ¿Qué política positiva recordás de la administración Scioli para contarles a tus hijos? En educación, todos los años tenemos un período postergado de las clases, la situación edilicia de las escuelas es lamentable, el salario docente y capacitación peor aún. En materia de seguridad, todos los avances que se dieron fueron cosmética para discurso de campaña, como pasó con la policía local en lugar de entregarle la herramienta preventiva a los gobierno municipales terminaron haciendo una sucursal de la policía bonaerense mezclando nuevos policía con seis meses de formación y un servicio penitenciario autorregulado. Cuando uno recorre la administración Scioli lo único que ve es miseria y mala gestión.
-¿Cómo analizás la medidas tomadas por el Gobierno Nacional y Provincial mediante decretos que anulan en muchos casos leyes aprobadas con amplio consenso del Congreso?
-En todo caso ahí está la discusión sobre si el envío de algunos proyectos pasarían o no el filtro de las cámaras. Me parece que irremediablemente hay que tratar esos temas en el Congreso, hay que encontrar consensos. Y en los casos de los decretos que hemos tenido algunas diferencias, lo tiene que tratar la comisión bicameral de DNU que se reunió después de muchos años en nuestro país y creo que eso es un avance institucional no menor. La Constitucional Nacional prevé que la emisión de decretos del Poder Ejecutivo es una herramienta que después tiene que ser revisada por el Congreso. De modo que no podemos quedarnos solamente en la crítica por un instrumento que han utilizado todos los gobiernos, es un indicio a tener en cuenta, pero seguramente tenemos que poner en funcionamiento otras herramientas institucionales que habilita nuestro sistema constitucional y que en su caso tendrán que derogar la emisión de esos decretos. En muchos de ellos hemos tenido diferencias y por eso tenemos la certeza que el tratamiento en la comisión bicameral va a poner blanco sobre negro en cada uno de los temas. En algunos otros reconocemos que el gobierno ha tenido la inteligencia de revisar su propio andar como en el caso de la Corte Suprema.
-¿Cómo interpretas el quórum que se logró en el Senado Provincial con el acompañamiento del FPV?
-Parecería ser crónica de un final anunciado la ruptura del bloque del FPV, creemos que en ese espacio hay muchos dirigentes que terminaron disciplinados por el látigo y la chequera del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Incluso muchos municipios no sé si tenían demasiadas alternativas producto de la enorme crisis que tienen y de las provincias en nuestro país, con una enorme concentración de los recursos en la Nación. Independientemente de eso, lo que construimos en el Congreso fue un consenso para darle una herramienta que parece razonable que la gobernadora Vidal tenga como lo es el Presupuesto y la ley fiscal-impositiva. Resulta raro pensar que el ex gobernador Scioli algunos meses antes de terminar su mandato no haya enviado este subproyecto como corresponde por ley. Tenemos la certeza de que no lo hizo para no blanquear el estado de las cuentas de nuestra provincia.
-Uno de los temas que impulsó el Frente Renovador tiene que ver con limitar la reelección indefinida de autoridades, ¿En qué estado se encuentra ese proyecto y porqué considerás que todavía no se ha logrado su aprobación?
-Tenemos el tratamiento del proyecto en ambas cámaras y en lo que viene parte del debate y la negociación política lo vamos a pedir en las primeras sesiones ordinarias del año. Una de ellas es una reforma política que sea mucho más amplia de lo que se ha escuchado, que tiene como planteo inicial el gobierno de Mauricio Macri para los niveles nacionales y en particular en la provincia, venimos planteando la necesidad del voto electrónico que tenga el cuidado necesario como para que no se transforme en un problema más grande. También la necesidad de terminar con la reelección indefinida en todas las categoría y cargos, desde diputados nacionales hasta consejeros escolares. La necesidad de establecer incompatibilidades para que aquellos que resultan electos para un cargo ejerzan el cargo para el que se postularon y no que la gente sienta que los candidato son trampolines para irse otro lugar. Todo esto es parte de la agenda propositiva que tenemos, entre otras cosas, porque no nos queremos quedar cruzados de brazos mirando como establece la agenda este gobierno ni el anterior ni el que venga, sino siempre pensado qué es lo mejor para el país y la provincia. No se logró aprobar el proyecto de limitar la reelección hasta ahora porque fue una sesión con muchos temas, donde se necesitaba una negociación diferente por bloque y pertenencia histórica e ideológica, de modo que preferimos priorizar el presupuesto y la fiscal-impositiva para que la gobernadora pueda iniciar con la mayor normalidad posible su gestión.
-¿Qué interés tiene el Frente Renovador en la interna del Partido Justicialista?
-El nuestro es un frente compuesto por distintos dirigentes con orígenes diversos, donde la columna vertebral la componen dirigentes del peronismo. Creemos que no nos fuimos del peronismo, en todo caso nos fuimos del PJ porque construyeron una herramienta institucional que era una cascara vacía solamente a los fines de extorsionar desde el gobierno y hoy tratando de utilizar ese sello para oponerse por oponerse a todo al gobierno de Macri. Tengo tantas diferencias con Mauricio Macri como las tengo con Sabbatella, Zanini o Moreno. Francamente eso no es el peronismo, esos son personajes que solo tuvieron trascendencia en el marco del gobierno anterior y que de acá en adelante van a ir desapareciendo. En todo caso el peronismo va a ir reordenándose y ya para la elección del 2019 vamos a presentar una oferta mucho mejor de lo que fue en este último proceso electoral. Hoy la idea que sobrevuela en gran parte de la dirigencia del peronismo es la de conformar una comisión que vaya regularizando la enorme falta de legitimidad de las anteriores autoridades y el debate interno por el que estamos transitando.
-Sergio Massa dejó en claro que no aspiraría a disputar la presidencia del PJ, ¿Cómo afecta esta decisión al espacio político de cara al 2016?
-Me parece razonable, es bueno que en la Argentina aquel que tiene que gestionar los asuntos comunes de todos los ciudadanos independientemente de su color político no esté a cargo de la herramienta partidaria que tiene que velar por los intereses de aquellos que son afiliados a una propuesta política. Esto no tiene que condicionar tampoco el andar del Frente Renovador que es mucho más amplio que solamente el debate partidario dentro del PJ.