Denuncian un nuevo caso de gatillo fácil en San Martín

El viernes un oficial de la Policía Federal, fuera de servicio, asesinó a joven de 22 años cuando este intentaba robar una moto. La causa fue caratulada como homicidio.  

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El día viernes 10 de febrero en José León Suárez, San Martín, el oficial de la Policía Federal, Ariel Fernando Saranati, quien se encontraba fuera de servicio pero portaba su arma reglamentaria, disparó contra Franco López Ojeoa, de 22 años, cuando este intentaba robar una moto. Dos impactos de bala en el pecho terminaron en el acto con su vida. La causa fue caratulada como homicidio e interviene la UFI 7.

El fiscal Fabio Cardigonde, a cargo de la UFINº 7 de San Martín concurrió al lugar y realizó las primeras investigaciones para determinar las circunstancias en que se produjo el hecho. Saranati, el oficial acusado del asesinato, se encuentra detenido y fue imputado por homicidio.

Desde la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional afirmaron que "a UFI 7 investiga qué ocurrió ayer, pero los relatos de vecinos y testigos indican que después de un intento de robo de una moto, un policía disparó. Franco quedó en el piso, y no recibió asistencia médica. Un policía subió fotos a Facebook, jactándose de lo sucedido."

Hace poco más de una semana, en ese mismo barrio, se realizó una multitudinaria marcha pidiendo justicia por el hecho conocido como “la masacre de La Cárcova”, aún impune y expresando un fuerte repudio a los hechos de gatillo fácil por parte de las fuerzas de seguridad.  

"Queremos que se investigue profundamente lo que pasó, alcanzar la verdad y reflexionar sobre la Justicia. Lo justo sería que Franco siga vivo. Y que ningún policía sienta que tiene el deber de decidir sobre la vida y la muerte de otra persona. Y que la Justicia llegue antes, a preguntare a Franco y a su familia qué necesitan. Justo sería que el Estado garantice sus derechos, que haya trabajo para todos. Que si un chico se equivocó una vez, pensemos que tenemos que ayudarlo entre todos. Que sepamos: ningún pibe nace chorro, y ningún policía quiere convertirse en asesino de jóvenes. La historia de Franco es testimonio de muchas deudas sociales que venimos acumulando. Ayer a las cuatro de la tarde, en la Avenida Márquez y Belgrano, tuvo el final más triste. Es la historia de una muerte anunciada que no pudimos evitar. Es el ejemplo de cómo los estigmas y los prejuicios terminan matando al más débil" cuncluye el comunicado de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional.